Además de conocer los alimentos que nos ayudan a adelgazar, como la fruta, la verdura o las legumbres, es bueno tener a mano esos pequeños refuerzos que hacen más fácil de sobrellevar el hambre entre horas, añaden sabor a nuestros platos o nos proporcionan un picoteo energético y saludable.
En nuestro especial operación bikini no podía faltar una mención a las infusiones, las especias y los frutos secos. Sí, sí, a los frutos secos también, pero vayamos por orden…
Infusiones ¡A las ricas hierbas!
Una de las principales ventajas de las infusiones es que no suman calorías a nuestra dieta, y al contrario que los resfrescos ligth o cero, son totalmente naturales y nos aportan generalmente beneficios suplementarios.
Nos ayudan a hidratarnos, tienen efecto saciante y son un buen sustitutivo por ejemplo del café de después de comer o el del desayuno por la mañana que solemos acompañar con leche o azúcar y puede llegar a aportar hasta unas 180 calorías.
El té, sobre todo el verde y el rojo, acelera el metabolismo y es muy diurético, por lo que ayuda a eliminar grasa y también embellece nuestra piel gracias a sus propiedades antioxidantes. No hay que olvidar que lleva cafeína así que con tomar uno o dos al día tendremos más que suficiente, si no queremos acabar un poquito aceleradas.
A mí me gusta tomarlo igualmente caliente en verano (a la sombra eso sí), pero si lo prefieres frío sólo tienes que hervir dos cucharadas soperas en un 1 litro de agua unos 7 minutos, dejarlo reposar, colarlo y ponerlo a enfríar en la nevera, para tener una auténtica bebida refrescante y totalmente cero calorías.
El hinojo, el anís verde o la menta poleo nos ayudan a hacer una buena digestión y tener un vientre más plano, aunque si retienes líquido nada mejor que una infusión de cola de caballo, un potente diurético y depurativo de nuestro organismo.
Es recomendable tomar infusiones a diario pero sin abusar ya que estimulan la eliminación de líquidos y en exceso podrían hacernos perder minerales necesarios. Eso sí, cuando ataca el gusanillo, una buena tisana y un momento de relax hacen conmigo maravillas. Es uno de esos regalos que me encanta darme, para disfrutar y cuidarme a la vez.
Especias, sabor y aroma
Confieso que soy una auténtica fanática de las especias, si cocino para mi sola no tengo mesura y cuando lo hago para más gente tengo que controlarme porque no todo el mundo está acostumbrado a mis exóticas recetas.
En poca o mucha cantidad, las especias son una muy buena forma de dar sabor y aroma a nuestros platos aportando muy pocas calorías, entre 10 y 20 en general, y permitiendo que reduzcamos nuestro consumo de sodio, ya que gracias a ellas no necesitamos añadir tanta sal.
Aunque parezcan unos polvillos insignificantes contienen muchas vitaminas y minerales, nos ayudan a saciarnos antes y son tan variadas que nos permiten cocinar el mismo producto de mil formas distintas.
Entre mis favoritas se encuentra el curry, que debe su color amarillo a la cúrcuma una de las especias más beneficiosas por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Me encanta añadirlo a las verduras, al arroz y a las legumbres cuando quiero darles un toque oriental.
Tomillo, romero, albahaca y salvia consiguen realzar el sabor incluso de unas simples patatas al horno, añadiéndoles también calcio (entre otros minerales), fibra y fitoesteroles que contribuyen a reducir el colesterol en la sangre.
El pimentón es rico en potasio, vitamina A y vitamina B, la cayena mejora el sistema circulatorio y protege los pulmones con su efecto antibacteriano, el jengibre estimula el aparato digestivo, y si nos apetece un puntito dulce la canela nos relaja mientras nos ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre.
¡Y esto es sólo un pequeño ejemplo! Vale la pena investigar sobre las especias y descubrir y disfrutar de sus sabores y propiedades. ¿Quién dijo que comer sano era aburrido?
Frutos secos, energía de la buena
Ya sabemos que los frutos secos tienen una alta densidad calórica, es decir que con poca cantidad aportan muchas calorías. En general entre unas 500 y 700 cada 100 gr, pero nuestro cuerpo necesita combustible para rendir adecuadamente, más si nos hemos propuesto realizar ejercicio de forma regular, y estos nos aportan una buena dosis de energía y nutrientes.
Más del 50% de su composición son ácidos grasos cardiosaludables (en almendras, nueces y avellanas hasta el 70%) que reducen el colesterol malo. Además las grasas son necesarias en nuestro organismo, si las estamos reduciendo por la dieta siempre será bueno que las que aportemos sean de alta calidad como las de los frutos secos.
Contienen fibra, omega-3, proteínas vegetales, propiedas antioxidantes y por si fuera poco aumentan la termogénesis, haciendo que nuestra tasa metabólica basal (calorías que gastamos en reposo) sea mayor.
Aun así hay que consumirlos siempre de forma prudente. Con un puñadito de 15 pistachos, nueces, avellanas, almendras o cacahuetes al día será más que suficiente para aprovechar todos sus beneficios sin repercutir en nuestro peso.
Hay quien prefiere echarlos a la ensalada, en el muesli, en un guiso, pero a mi me gusta contarlos y después saborearlos a media mañana en el momento que siento que necesito más energía.
La mejor forma de comerlos es crudos o tostados sin sal, nada de fritos y mucho menos garrapiñados o envueltos en azúcar. Su sabor es mucho más suave pero también muy agradable.
Hace poco descubrí gracias a una amiga los anacardos crudos y me encantaron ¿Los habéis probado?
¿Que infusiones, especias o frutos secos son vuestros favoritos? ¿Os ayudan a manteneros en forma?
Fotos | Kayture | geishaboy500 | Nomadic Lass
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