La Maison Francis Kurkdjian acaba de presentar una serie compuesta por tres extractos de perfume, inspirados en la madera de Agar, a los que ha bautizado con el nombre de “Oud Mood Collection”.
La etimología del nombre “Oud” viene de un término árabe que significa madera de agar. Se cree que fue a través de España, durante la dominación musulmana, por donde penetró en Europa. El oud en perfumería no es fácil de encontrar ni de describir. La primera impresión cuando se huele es un olor dulce, amaderado, pero enseguida se perciben otros matices herbáceos y terrosos como los de las setas o los de las zanahorias.
El aceite esencial que se extrae de él es muy medicinal, con un sabor algo balsámico por lo que también se usa con fines terapéuticos en caso de depresión, ansiedad o insomio pues induce a la meditación y al relax. Su olor se mantiene durante diez horas.
Para Kurkdjian, el oud es un poderoso generador de fragancias (a condición de emplearlo como un medio, y no como un fin). Este maestro artesano perfumista de origen iraní afincado en París, adquiere este aceite de calidad, en pequeñas cantidades, en las granjas de los productores de Laos, cuando el producto aún no ha pasado por intermediarios que rebajen su calidad.
En perfumería, el oud - a pesar de ser un material muy potente - funciona muy bien con notas de miel y, con la rosa, porque intensifica sus notas frescas al mismo tiempo que le aporta algo de dramatismo. Cuando se mezcla con azafrán o con patchoulí su carácter se hace más seco; y cuando el oud se recubre con el láudano de Marruecos, el benjuí de Laos y con la vainilla se convierte en una segunda piel cálida y balsámica.
Kurkdjian asegura que sus nuevos extractos consiguen hacernos rememorar esa sensación de seguridad y calidez de nuestra infancia, cuando hundíamos nuestras narices en los cuellos o en las estolas de piel de los abrigos de nuestras madres o abuelas, porque sus fragancias, intensas y concentradas, hacen que se produzca un agradable cosquilleo en nuestra nariz.
La colección se presenta en envases de 70 ml, lacados en un color azul noche y coronados por un tapón dorado, también llevan una pequeña placa dorada, a modo de plastrón, donde viene inscrito el nombre del perfume y la firma de Kurkdjian. El packaging, es un abrigo tono sobre tono que reproduce la delicada geometría del moucharabieh del oud clásico (un instrumento musical parecido a la mandolina medieval que se solía decorar con una greca realizada en marquetería y que recuerda a un delicado encaje).
Los extractos de perfume de la “Oud Mood Collection” de Francis Kurkdjian proporcionan una extraña sensación de densidad y fluidez gracias a una materia majestuosa y envolvente. Después de olerlos, no nos ha extrañado nada enterarnos de que el Rey Sol hacía que le lavasen sus camisas con una infusión de agua de rosas y oud. Su precio, como casi todas las cosas buenas de la vida, un poco carete: 275 euros.
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