La colección Pre-Fall 2009 de Alexander McQueen como casi todo lo que hace me parecía un tanto imposible. El dramatismo que McQueen pone en sus diseños, como si de un vestuario teatral se tratara a veces hace que no se pueda captar la esencia del diseño hasta que lo vemos fuera de su contexto.
Así que, al ver a Nicole Kidman con este vestido mezcla entre el dandy inglés y la cantina del Viejo Oeste fue que por primera veaz lo despojé de mi imaginario mcqueenesco. La australiana estaba en una sesión de fotos en la playa californiana de Malibú con este precioso diseño en color borgoña que acentuaba su blanca piel.
Y para mantenerla así, Nicole se protegía con una enorme sombrilla que incluso podía a uno hacerlo viajar en el tiempo directamente a los tiempos de la fiebre del oro en California. Puede que sea una buena opción para asistir a los Oscar's, sino chequen el precioso recogido en la cola del diseño en la parte posterior, es un detalle muy femenino.
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