Pensaba que los diseñadores sólo nos tomaban el pelo con los bolsos. Estaba equivocada. Mirad, si no, estas sandalias de Prada. ¿No os recuerdan terriblemente a las zapatillas que tenéis junto a la cama?
Esa es la impresión que me ha dado al verlas por primera vez. No digo que sean feas, sólo que se parecen a unas zapatillas de mercadillo. Al menos serán cómodas.
Aunque, si os apetece levantaros de la cama con este par, os costará la friolera de 500 euros. Para eso, me quedo durmiendo.