Puede que el diseñador Macario Jiménez sea uno de los nombres de México más conocidos a nivel internacional. Con más de quince años de experiencia, los diseños del jaliciense se venden como pan caliente en todo el mundo y ha desfilado en pasarelas internacionales al lado de Carolina Herrera, Dolce & Gabbana o Donna Karan.
Sus vestidos de noche celebran la femineidad y se basan en lo etéreo para dar la sensación de movimiento que asegura un toque particular a cada curva del cuerpo de la mujer. Una celebración para los sentidos, pues desde la vista hasta el oído pueden captar la esencia de los diseños de Macario Jiménez.
El diseñador mexicano presentó su nueva colección para la temporada Otoño-Invierno 2009/10 en la Semana de la Moda de México o Mexico Fashion Week hace unos meses. Y la verdad es que no creo que decepcionara a ninguna de sus habituales al tiempo que se ganaba el gusto general con una colección sobria, pero muy femenina.
El predominio del negro, el gris y el blanco es evidente para una colección invernal. Sin embargo, la fantasía visual de Macario Jiménez utilizó el dorado, el rosa suave y el rojo para atraer miradas y darle un giro a la colección cuyas telas principales eran el raso de seda, el satín y la organza. Lo necesario para un look de noche.
Siguiendo la tendencia, los volantes fueron uno de los detalles más socorridos por el jaliciense, pues le aporta movimiento a los diseños y un toque muy romántico. Hace que cualquier diseño sencillo se convierta en una pieza focal. Los detalles cruzados de volantes y las fandas cortadas al biés van perfecto en estos vestidos de noche.
Además, Macario añadió un toque singular a algunos de sus diseños: las faldas de vuelos separados. Con una caída magnífica, este detalle aumenta el dinamismo de la falda del vestido que se convierte en la protagonista del atuendo atrayendo miradas.
Yo describo mi colección como aire, de ahí que juegue con lo volátil en las prendas.
Así calificó Macario su más reciente colección.
El detalle floral en el pecho de algunos diseños me recordaron completamente a Carrie Bradshaw y su vestido blanco con la gran orquídea en la película de Sexo en Nueva York. Un toque muy actual y que resalta lo folklórico sin recurrir a clichés.
Para su línea ready-to-wear, Macario sigue buscando lo femenino y llamativo por medio de bordados en concha nacar en el ruedo de las faldas y las solapas de trajes de dos piezas, con lo que le da un toque particular al conjunto. Asimismo, sus vestidos de cocktail son sobrios, pero los magníficos abrigos de inspiración años 50's hacen lo suyo.
Los pantalones son de pierna ancha, con una caída suave y con un movimiento fabuloso al andar que se completa con blusas de satín. En Macario todo es intensionado y lo hace perfectamente.
Sitio Oficial | Macario Jiménez
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