Todo ha cambiado desde que no me salto este truco para que las ensaladas de legumbres queden espectaculares

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Las ensaladas de legumbres son un plato muy apetecible y agradecido cuando no apetece cocinar. Sobre todo, cuando el calor aprieta en verano. Además, son una forma fácil de introducir este necesario grupo de alimentos en nuestra dieta. Sin embargo, por muy fácil que sea abrir un bote de garbanzos en conserva para mezclar con otros ingredientes en frío e improvisar una buena ensalada, este gesto puede condenar el sabor de nuestras ensaladas.

La clave para obtener muchísimo más sabor en cualquier ensalada de legumbres que preparemos reside en el calor. Es algo tan sencillo como calentar las legumbres de bote o no dejar que las cocidas caseras se enfríen mucho antes de montar la ensalada. Esto, que parece una tontería, puede marcar una diferencia abismal.

La teoría es simple: cuando la legumbre está caliente o tibia absorbe mucho mejor los sabores, aromas y texturas de los otros componentes de la ensalada. Especialmente de salsas, aliños y especias. Es lo mismo que sucede al aliñar una patata cocida y también a la hora de hacer una ensaladilla rusa.

Si has cocido lentejas; alubias o judías; garbanzos o guisantes secos, simplemente procura tener listos los demás ingredientes de la ensalada o, al menos, el aliño o vinagreta para cuando vayas escurrir las legumbres. Deja que se templen solo un poco ya que, si están muy calientes, podrían romperse demasiado al mezclar todo.

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Cuando utilices legumbres ya cocidas, aplícales algo de calor calentándolas en un horno encendido suave o con calor residual, en la sartén o, de forma más fácil aún, en el microondas. Eso sí, mezcla con un poco de sal y tapa el recipiente para que no salten y usa una potencia media durante unos 3-4 minutos, removiendo un poco a la mitad del proceso.

Después de aliñar y mezclar la ensalada en caliente puedes servirla tibia o ya dejar que se enfríe y reservarla en la nevera. Solo procura no agregar ingredientes sensibles al calor o a la vinagreta hasta el momento de servir, como lechugas u otras hojas verdes, ya que se pondrán mustias.

Foto de portada | Mariana Medvedeva

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