Entre las muchas alternativas que se encuentran en el mercado para ayudarnos a adelgazar, cada vez son más frecuentes los sustitutivos de comida, es decir, el hecho de reemplazar una comida por un batido u otro producto comercial, pero esta estrategia ¿realmente sirve para adelgazar?
Sustitutivos de comida para perder peso
Para dar respuesta al interrogante del titular es fundamental saber que un sustitutivo de comida es cualquier producto que se propone como el reemplazo a un plato de comida. Así, solemos encontrar desde batidos y barritas que son las opciones más frecuentes, hasta zumos, yogures e incluso píldoras que concentran variedad de nutrientes y las calorías que nuestro cuerpo necesita al momento de perder peso.
Se promocionan como la opción ideal cuando no tenemos ni deseos ni tiempo de cocinar pero buscamos perder peso. Así, marcas reconocidas como Siken o Herbalife y sus productos Formula 1, proponen alternativas de sustitutivos de comida ideales para perder peso.
La mayoría de los productos que se proponen en reemplazo de una comida poseen pocas calorías, por ejemplo, alrededor de 200 Kcal por ración en el caso de algunas barritas sustitutivas y además, algunas alternativas son ricas en proteínas de manera que brindan saciedad fácilmente.
Así, ofreciendo los nutrientes de una comida saludable y muy ligera, los sustitutivos pueden ayudarnos a lograr el déficit calórico que todos necesitamos al momento de perder peso, siendo por ello los aliados perfectos de las personas que no quieren cocinar o no pueden y también de aquellos que no son amantes de la comida saludable que nos ayudaría a adelgazar.
¿Realmente ayudan a adelgazar?
Si pensamos en reemplazar una o dos de nuestras comidas diarias por un batido de Herbalife Formula 1 por ejemplo, que sólo aporta 221 Kcal por ración, es claro que estaremos reduciendo considerablemente nuestro aporte de calorías pudiendo por ello lograr un descenso de peso.
Así, los sustitutivos sirven para adelgazar, pero no son una verdadera ayuda ni tampoco una opción saludable, pues todos los sustitutivos no son comida real, es decir, son ultraprocesados con buena fama y por ello, la gran e inmensa mayoría de ellos poseen azúcares añadidos en su interior que todos deberíamos reducir al momento de cuidar la salud y perder peso.
Por otro lado, por no realizar una comida propiamente dicha sino tomar un batido o consumir una barrita en su reemplazo, seguir un plan de adelgazamiento a base de sustitutivos nos aleja de eventos sociales y comidas familiares, reduciendo así las posibilidades de sostener la estrategia a largo plazo. Es decir, el uso de sustitutivos para adelgazar suele tener baja adherencia y es por ello, una opción temporal.
Como si fuera poco, acudir a batidos en reemplazo de comida no nos ayuda a comer mejor, pues no modifica hábitos ni fomenta una efectiva reeducación nutricional sino que cuando dejamos a un lado los reemplazos de nuestras comidas, es probable que recuperemos el peso perdido como señala un estudio publicado en Nutrition Journal.
Este probable efecto rebote al que nos puede conducir el uso de sustitutivos de comida no sólo se debe a la falta de cambio de hábitos sino también a que las calorías diarias en nuestra dieta pueden reducirse considerablemente y ello, produce una reducción en nuestro metabolismo que con el tiempo, no nos permite mantener el peso logrado sino ir recuperándolo gradualmente.
Como si fuera poco, el hecho de no comer comida real y de reducir notablemente las calorías que ingresamos al cuerpo puede provocar estrés en nuestro organismo y generar ansiedad, empujándonos a alterar nuestro comportamiento alimentario deseando cada vez más alimentos calóricos o platos de comida propiamente dicha que comeremos en grandes proporciones al abandonar los sustitutivos.
Por otro lado, el uso de sustitutivos de comida puede predisponernos a carencias nutricionales en caso de que los mismos no estén formulados, de hecho un estudio publicado en The Journal of Nutrition señala que quienes los utilizan consumen menos fibra, justamente un componente de nuestra dieta de gran ayuda para estar en forma.
Asimismo, el uso de sustitutivos para perder peso no tiene una eficacia avalada como concluye una investigación publicada en 2005, sino que quizá podemos lograr iguales beneficios con menos gasto económico y de forma más segura consumiendo platos nutritivos y ligeros pero a base de comida real. Por ejemplo, un filete de atún a la plancha y una ensalada de hojas verdes tiene igual cantidad de calorías que un batido, cuesta menos y quizá no nos provoque la ansiedad que eliminar la comida como tal puede ocasionarnos.
Imagen | Wikimedia Commons, Herbalife e iStock