La colección de mujer de primavera 2014 de Tod's, diseñada por Alessandra Facchinetti ha sido presentada esta tarde en el Padiglione D'Arte Contemporanea (PAC), en el marco de la Semana de la Moda de Milán. Ésta es la primera colección de la nueva directora creativa de la línea femenina de la marca, y ha sido la primera vez que se ha presentado con un desfile.
La nueva colección de Tod's detiene el tiempo y los horarios. Se mantiene siempre fiel a sí misma, flirteando con la tradición pero sin normas. Va dirigida a los caprichos de una mujer viajera, que se mueve por el mundo y que puede ser vista tanto en Pekín como asistiendo a un evento en Nueva York. Lo que la define es su esencia intensa y eclécticamente femenina, cómoda en cualquier situación.
Las técnicas que se han aplicado en el diseño y confección de prendas y accesorios se han basado en una constante exploración de sus raíces: piel tratada como si fuese algodón, para dar vida a una moda urbana con un toque de exotismo presente en el entretejido de piel y algodón visible en las ondas mate que definen las parkas y los remates.
Desfilando por la pasarela se ha visto prendas de estilo casual, trencas súper ligeras y faldas con llamativos volúmenes. Prendas clásicas para un guardarropa atemporal, donde las proporciones revisadas, el corte couture y los acabados artísticos elevan esta colección al colmo de la sofisticación para un lujo diario.
Pero la historia de Tod's está basada en los detalles. Y, qué mejor que el emblemático impacto de la talabartería para reinterpretar los cinturones que atraviesan las prendas con efectos gráficos y cromáticos, por medio de largas bandas de piel que se anudan alrededor de la cintura y ¡hasta de las muñecas! reproduciendo formas orgánicas en caprichosos diseños.
Todas las pieles han sido grabadas con la textura distintiva del motivo Signature, caracterizado por un efecto especial impreso sobre la piel, reinterpretado a través de patrones geométricos estilo Decó, que encontramos reproducidos en trencas, faldas, blusas, bolsos o bufandas de seda.
La piel se propone en bloques de color en tonos rojizos y tejas, con matices anaranjados y ocres con toques de blanco por todas partes, y nuevos tonos pastel, tan frescos como el verano al que están destinados. Los estampados, gráficos, absolutos y esenciales, con alusiones a la cerámica de los años cincuenta, y a la confección artesanal ahora aplicada a la piel. Una superficie que invita a reproducir sobre ella el impacto del estilo modernista.
El toque final lo proporciona el famoso mocasín de los sesenta con adornos de flecos ligeramente desproporcionados. Una elegancia con un sabor unisex, un detalle que marca la diferencia, para hacer del look informal una aparición, con un toque de excentricidad. ¡Preciosos los detalles de talabartería! Adoro esta elegancia experimental que anima a rebajar los centímetros de los tacones para realzar el estilo. ¿A vosotros también os gusta?
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