Chanel Primavera-Verano 2010 en la Semana de la Moda de París

Me hubiera encantado volver a estar en el Grand Palais disfrutando de Chanel en directo, pero he tenido que presenciar las propuestas Primavera-Verano 2010 de la casa francesa desde lejos (pero aviso: volveré, bueno volveremos, porque seguro que fashionisima se está tirando de los pelos conmigo).

El tema campestre no es que le pegue mucho al kaiser por muy alemán que sea, pero para su colección de verano se ha puesto bucólico y una granja típica de la campiña francesa del XVIII ha servido como escenario en el que las modelos, cual pastorcillas tecnológicas y rebeldes (porque las cabras, las han cambiado por Blackberries y falsos tatuajes a modo de ligueros), han paseado sus diseños.

Han brincado del brazo y han retozado por el cesped al ritmo de una Lily Allen vestida de Audrey Hepburn rockera. Una estampa rural digna de una Heidi de lo más glamurosa y un Pedro de lo más promiscuo, y es que en este cuento la boda, ha sido cosa de tres…(Freja Beha, Lara Stone, y Baptiste Giabiconi).

Los aires de fábula han inundado un desfile que por muchos zuecos y pañuelos de campesina, ha destilado estilo urbano cien por cien made in Paris.

Por cierto, ¿calará hondo lo de los tocados a lo labradora?

O ¿nos quedamos mejor con los pasadores de flores?

Po haber hasta ha habido sitio para algún que otro toque campero andaluz.

Con algo del Versailles de esa Maria Antonieta a la que le dio por construirse un huerto y tener ovejas, pero sin caer en lo asilvestrado total.

Uno de los detalles animalescos que más me ha gustado ha sido el de las plumas de faisán en los bolsos de las modelos metidas a sexys granjeras.

Los aires medievales han estado también muy presentes en modelos dorados dignos de lady Ginebra.

Aunque el imaginario de Karl ha tocado todos los palos y ha perfilado desde a Caperucita Roja,

hasta a heroinas Victorianas dignas de Jane Austen.

Pasando por inocentes Blancanieves enfundadas en cándidos minivestidos,

e it girls de ida y vuelta.

En términos de moda, la propuesta que más me ha gustado por novedosa, han sido los vestidos de crochet.

Sobre todo, los de motivos silvestres.

El mismo material se ha utilizado para elaborar rústicos bolsos que estoy segura van a dar el campanazo en cuanto salgan a la calle.

Y lo que os decía: si durante todo el desfile Freja y Baptiste se paseaban acaramelados…

Al final, él “se casa” con la Stone en plan Príncipe de los pobres.

Pero en la “luna de miel”...ahí están los tres de nuevo.

Os tengo que confesar por último que no me importaría nada ponerme una calcomanía de estas en la pierna…

...O en el cuello.

¿Estaré totalmente ida o es que el efecto Lagerfeld es así de irracional?

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