Esta fruta está prohibida en hoteles y aviones: huele a demonios, pero es considerada un manjar de los dioses

Una de sus peculiaridades es, justamente, lo que le da la mala fama y hace que muchos lo eviten

Aiva Apsite Kpvugnnn0ey Unsplash
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La naturaleza está llena de maravillas y de fenómenos que aún no nos podemos explicar, y es que, cuando la evolución de las plantas y frutos nos deja claro que algo no es apto para consumirlo, nos da curiosidad por saber si, en verdad, el humano lo puede convertir en parte de su dieta: así ha pasado con un fruto muy popular en Tailandia, que ha cobrado mala fama no sólo por su grotesco aspecto, sino también por su peculiar olor, que muchos describen como una verdadera pestilencia insoportable.

Así es el durián, un fruto tropical originario considerado como un manjar exótico del sudeste asiático conocido por su tamaño grande, cáscara espinosa y un aroma fuerte y distintivo que a algunos les resulta desagradable, mientras que otros lo encuentran sumamente peculiar.

Su olor es tan peculiar e intenso, que incluso está prohibido ingresarlo en las habitaciones de los hoteles, los vuelos comerciales y hasta algunos taxistas de la zona se niegan a brindarte el servicio si ven que cargas con esta fruta de apariencia brutal con cáscara de púas y del tamaño de una pelota.

A pesar de la aversión que pueda causar este fruto, es muy común ver puestos callejeros ofrecerlo durante los meses de abril a agosto, que es el tiempo perfecto para que alcancen su maduración y se ofrezcan en las calles en bandejas donde relucen los coloridos gajos de tono amarillo pálido al naranja, y con los que turistas y locales pueden degustar de una cremosidad parecida a la de un aguacate muy maduro.

 

El origen (y el peligro) de su olor

Si crees que el aroma del durián puede no ser tan desagradable, lo cierto es que quizá no tenga una idea, y es que, en 2012, la Sociedad Química Americana realizó un estudio en el que detectó hasta 44 compuestos volátiles altamente olorosos como parte de su estrcutura genética.

Entre ellos estaban los compuestos similiares al caramelo, la miel y el azufre, que aunque no resultan tan desagradables después de todo, al combinarse con un repollo podrido, un huevo en mal estado o la cebolla asada si que la cosa cambia bastante, y es que para las personas que no están acostumbradas a su aroma puede resultar tóxico, como lo fue para los trabajadores de una oficina postal en Alemania que terminaron hospitalizados por el hedor de tan peculiar fruto.

Foto de Aiva Apsite en Unsplash

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