¿Qué relación tienes con tu armario?.. ¿No hay días cuando te pone de mal humor abrirlo?.. No haces más que traerle cosas nuevas, pero él se niega a devolverte outfits interesantes, que te queden bien y que sean muestra de estilo y buen gusto.
No hace más que restregarte tus malas decisiones: “¿Otro vestido negro? ¿En serio? Tienes 5, casi iguales. ¿En qué pensabas cuando te compraste esta falda? ¿Con qué te la vas a poner, por cierto? Que yo sepa, no tienes ninguna blusa decente. Tienes 8 jerseys, pero estamos casi en verano y hay alerta amarilla por altas temperaturas. Te informo que no tienes nada para las altas temperaturas, que en tu ciudad se dan con cierta frecuencia. En verano la temperatura no baja de 30º, vamos. Ah, tenías que haber salido de casa hace 5 minutos y este vestido es aburrido y necesita plancha.”
¿Te pasa esto?.. Significa una cosa: has perdido el control de tu armario. Es él quien te controla a ti. Pero puedes y debes recuperar el poder. Hoy te contamos cómo, con la ayuda de unas expertas.
Las que más saben de cómo domar un armario rebelde son las blogueras que pertenecen a la corriente minimalista, la que nos anima a simplificar nuestras vidas y reducir el número de objetos que poseemos. En vez de escribir sobre la última tendencia o esa prenda de Zara que debes comprarte urgentemente, ellas hablan de cómo vivir tres meses con un número limitado de prendas, 30, 33 o 37. Hace unos meses escribimos sobre una de ellas, Caroline Rector. Pero hay más: Anuschka de Into Mind, Courtney Carver de Be More with Less, incluso Livia Firth con su proyecto #30wears, cuyo fin es hacer que te pongas cada prenda que te compres por lo menos 30 veces.
Nos puede parecer un reto divertido o una excentricidad extrema, pero estas chicas saben como nadie cómo gestionar su ropa y domar su armario, así que os traemos algunos de sus consejos para recuperar el control.
Para empezar, necesitarás hacer un diagnóstico. Saca toda la ropa de tu armario. Sí, toda. Organízala en tres montones:
- “Me encanta y me lo pondría ahora mismo”
- “Me encanta y me lo pondré en cuanto haga de nuevo frío / calor”
- “No estoy segura”, “No me queda bien”, “No sé por qué lo he comprado” y “Es horrible”
El primer montón se vuelve a colgar en el armario. El segundo se guarda. El tercero se mete en bolsas de basura y se recicla.
Una vez colgada en el armario la ropa que te encanta, mírala con detenimiento. ¿Notas algún patrón? ¿Colores, cortes, prendas?... Este es tu estilo o por lo menos una pista de lo que podría ser.
Al acabar con esta parte, no vayas de compras de nuevo. Pon tu armario a dieta. Intenta arreglártelas con la ropa que ya tienes una o mejor dos semanas. Al acabar este tiempo sabrás con seguridad qué exactamente te hace falta. No será una opinión o un capricho, será el resultado de tus intentos de crear conjuntos con lo que tienes.
El siguiente punto es analizar tu estilo de vida. ¿Eres deportista y te gustan las actividades al aire libre?.. ¿Pasas 10 horas al día en la oficina?.. ¿Trabajas desde casa y los fines de semana sales mucho?.. En función de la vida que llevas necesitarás más o menos ropa de cierto tipo. Puedes ser una enamorada de las americanas, pero si trabajas desde casa no tiene sentido tener cinco. Mejor cómprate una, pero que sea la americana de tus sueños, algo de una marca muy buena, por ejemplo.
Ahora ya sabes qué piezas necesitas. Tienes que decidir cómo deben ser: estás lista para fijarte objetivos en cuanto al desarrollo de tu estilo. ¿Hay demasiado negro en tu armario y te gustaría añadir más color?.. ¿Piensas que te vendrían bien algunas piezas más femeninas?.. ¿Es todo muy aburrido y quieres arriesgar un poco más?..
Con la información de lo que ya tienes y te encanta, las pistas sobre tu estilo que te han dado tus prendas favoritas, las carencias de tu armario que has notado en la fase de espera de tu experimento, tu estilo de vida y tus objetivos puedes crear una lista de compra y fijarte un presupuesto. Sólo después puedes ir de compras. Podrás volver a “alimentar” tu armario, pero su dieta será una saludable ahora.
Puede que el minimalismo no sea lo tuyo. Puede que vivir 3 meses con 33 prendas sea demasiado. Pero es un experimento que vale la pena intentar. Aunque te quedes con uno de estos 5 consejos, notarás su impacto en tu estilo y recuperarás el control de tu armario.
No será fácil. Tu armario no dejará de intentar recuperar su poder. Cometerás errores y caerás en la tentación de comprar la última prenda de moda, un sexto vestido negro o una falda demasiado pequeña. No desesperes. Siempre puedes volver a empezar desde el principio.
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