El sencillo hábito nocturno que no deberíamos saltarnos: puede aumentar un 27% el riesgo de enfermedad cardiovascular

Te contamos cómo la acumulación de placa no solo afecta a la salud oral

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El cepillado tras cada comida es algo esencial para nuestra salud bucal. Esta actividad tan presente en nuestro día a día se lleva a cabo con el fin de decir adiós a la placa bacteriana que se forma a través de las bacterias presentes en nuestra boca y los restos de alimentos que queden en ella, y es que si no se elimina de forma adecuada, a través del cepillado y el uso de hilo dental, estos restos pueden acumularse y llegar a formar sarro.

Es cierto que mantener un buena salud oral es esencial, pero no sabíamos hasta que punto un mal cepillado puede comprometer a su vez la salud general de nuestro cuerpo, más allá de la boca. Por ello es importante recordar que a pesar de que la placa bacteriana es la principal razón por la que aparecen las caries o periodontitis, así como una de las responsables causantes del mal aliento, una falta de higiene en la zona puede afectar también, según los estudios científicos, al resto del cuerpo.

Según un estudio científico reciente, una mala higiene bucal nocturna puede llegar a aumentar hasta un 27% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Una cifra que nos ha dejado sin palabras y es que un mal cepillado por la noche podría llegar a desarrollar enfermedades cardiovasculares como aterosclerosis, enfermedades coronarias e incluso infartos.

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Uno de los focos sobre los que se centra dicha preocupación es en la aparición de la bacteria Streptococcus mutans, principalmente asociada a las caries, ya que se ha vinculado también con la inflamación arterial y el incremento en la presión sanguínea, factores importantes que pueden desencadenar condiciones como la hipertensión, aumentando así el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Esto hace que además de prestar especial atención a esta actividad y ejecutarla de forma correcta, el cepillado tras cada comida, especialmente tras la cena, hace que no solo disminuyamos el riesgo de padecer ciertas enfermedades asociadas a la salud bucal, sino que cuidemos de forma completa la salud de nuestro cuerpo, a través de gestos diarios efectivos.

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