El modelo para compartir piso en la tercera edad que se está poniendo de moda: es una opción saludable (¿o una necesidad?)

Combatir la soledad no deseada, compartir gastos o mantenerse activo es lo que más motiva a los adultos mayores a hacer "coliving"

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Según el INE, cinco millones de personas viven solas en España y las proyección que se prevee en los próximos 15 años aumentaría en un 30%. Asimismo, en nuestro país se estima que más de 2,5 millones de ancianos se sienten solos, una cifra que supone casi el 40% de los mayores de 65 años, según cifras del Colegio Oficial de Psicología de Madrid.

A esto hay que sumar que el Foro Económico Mundial (WEF) reconoce los beneficios sociales, económicos y medioambientales que promueve la vivienda colaborativa, y es que, al final, se trata de un modelo mucho más inclusivo y sostenible para facilitar a las personas uno de los derechos fundamentales, una vivienda digna. El "cohousing" (o también llamado "coliving"), por tanto, ¿se convierte una alternativa para nuestros mayores?

Compartir piso como estudiantes, pero en la tercera edad

Y es que, para explicarlo de forma sencilla, podríamos decir que el “cohousing” es compartir un piso (dejando las zonas como el baño y la cocina para uso común), como muchos de nosotros hemos hecho en nuestra época de estudiantes o durante la juventud, pero en la tercera edad y con otros objetivos.

Y es que, la vivienda colaborativa se convierte hoy en día en una buena opción para ahorrar para todos aquellos adultos mayores que quieran reducir costes de servicios, de la bolsa de la compra, compartir gastos o facturas, tareas de la casa o, incluso, invertir en la mejora o reforma de las instalaciones de la casa, que, en un momento dado, puede necesitar una persona mayor como son baños adaptados, marcos con medidas aptas para sillas de rueda, etc…

Pareja Ancianos Mirando Movil

El "cohousing" como respuesta a problemas sociales como la soledad no deseada

En el caso de la población sénior, el "cohousing" también se presenta como una opción para mejorar su salud, tanto física como mental. Evitar problemas como son la soledad no deseada o la discriminación social, que pueden derivar en dificultades mayores como el riesgo de demencia o el aumento de las tasas de depresión, ansiedad y suicidio, es el objetivo más saludable para decidirse por hacer  "coliving" en la tercera edad.

Lo más común es que estas personas vivan con amigos, pero siempre manteniendo su independencia y autonomía. Hoy en día, también existen agencias especializadas en "cohousing" que se dedican a ayudar al usuario a encontrar a los candidatos perfectos y que mejor se adecúen a las características y necesidades personales del solicitante, “en el caso de los proyectos centrados en personas mayores, se suelen delimitar un conjunto de edades, habitualmente partiendo de los 50 años, tratando de garantizar una distribución etaria que facilite su natural rotación vegetativa y sostenibilidad económica”, informa desde su web el Ayuntamiento de Madrid.

El objetivo fundamental: conseguir un “envejecimiento saludable”

Pero si hay una ventajas derivada del "cohousing", esa sería facilitar a los mayores que logren tener  "envejecimiento saludable", que tal y como lo define la Organización Mundial de la Salud, sería “garantizar que todas las personas puedan realizar su potencial con dignidad e igualdad y en un entorno saludable”. Mejorar la calidad de vida y hacerles participar en la comunidad como un colectivo con derechos es fundamental. Asimismo, se estaría reforzando su nivel de actividad física, sus relaciones sociales y su implicación en actividades colectivas lo que se traduce en, mantenerse más activos.

¿Una alternativa o una obligación para los más jóvenes?

Pero, el "cohousing" también podemos verlo desde la otra cara de la moneda, como una obligación para la población joven que debido a los problemas socioeconómicos del país no pueden acceder a un alquiler porque los precios siguen al alza, ni por supuesto, menos todavía, a comprar una vivienda.

Los bajos salarios, el alto nivel de vida, la subida de los impuestos, las constantes subidas de la factura de la luz, los trabajos precarios... son solo algunos ejemplos de las dificultades a las que nos tenemos que enfrentar hoy en día y que a la mayoría de los españoles les imposibilita conseguir acceder a una vivienda digna. Y es que, según publica El País, "los trabajadores de 34 años todavía no alcanzan la base de cotización media y los nacidos entre 1946 y 1964 lo consiguieron a los 27 años, mientras que las previsiones para la Generación Z es que tarden aún más que los 'millennials' en alcanzar un nivel de ingresos medio". Las cuentas no nos salen.

El "cohousing" se presenta como una opción saludable para nuestros mayores pero, para algunos, al igual que les pasa al sector joven, ¿puede tratarse de una necesidad? Un claro ejemplo es Madrid y el incremento que ha experimentado el precio del alquiler en los últimos años, llegando a subir hasta en un 13,6% desde 2022, según el portal Idealista.com; y marcando máximos históricos en el metro cuadrado.

Y, es que, claro, ¿cómo viven los jubilados y cuál es su nivel de vida con las pensiones públicas en nuestro país? Un estudio revelaba que la pensión es "la única fuente de ingresos para siete de cada 10 mayores de 65 años", y que "solo un 30% cuenta con ingresos adicionales que en su mayoría proceden de distintos productos financieros (en el 29% de los casos), planes privados de pensiones (22%) y alquileres (13%)". Por no hablar de que, hasta el año pasado, casi el 15% del total de personas jubiladas en España recibían menos de 700 euros al mes por su pensión, según datos del Ministerio de Seguridad Social. Entonces, las cuentas siguen sin salirnos.

Está bien que se opte por un "coliving" como una forma de integrar a los adultos mayores en la sociedad, hacerles participar más con sus coetáneos, mantenerse activos y velar así por un "envejecimiento saludable", tal y como recomienda la OMS, pero... ¿se convierte también en una necesidad, a día de hoy, que las personas que tengan unos ingresos mínimos en su pensión se planteen como el perfil idóneo para hacer "coliving"?

Pero además, un dato a valorar y a tener en cuenta es que, según el INE se estima que en 2035 la población española de 65 o más años supere el 26% de la población, es decir, unos 12,7 millones de personas. Esto significa que la esperanza de vida cada vez es mayor y, por tanto, el perfil sénior cada vez está suscitando más interés a las empresas, lo que hace que se abran nuevas oportunidades y desafíos para los mayores, como es el "cohousing".

De lo que estamos seguros, sin duda, es que vivimos en la era de que la que las personas mayores con rentas mínimas están obligadas a buscar opciones y alternativas (y buscarse la vida también) que les sean favorables tanto para su bolsillo como para su salud. Y, nosotros nos preguntamos, ¿podría ser el "coliving" una solución o una necesidad?


Fotos | Kampus Production de Pexels

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