El otro día estuve leyendo un estudio europeo al que han llamado "Eye for beauty", realizado por los laboratorios Allergan sobre una muestra de 2.843 personas, que investigaba sobre las principales preocupaciones actuales en lo relacionado con el envejecimiento facial. Este estudio apuntaba que las mujeres empiezan a perder confianza cuando el envejecimiento se empieza a hacer patente en la mirada y en la zona que rodea los ojos.
Según este estudio, cuando llegamos a una determinada edad, las mujeres ya no deseamos parecer más jóvenes, sino lucir un aspecto que aumente nuestra confianza y autoestima. Sorprendentemente, apenas un 8% de las mujeres confiesa que recurre a los tratamientos para sentirse “joven” y sólo un 1% lo hace para sentirse “sexy”. Casi la mitad de las mujeres españolas encuestadas afirmaba que las ojeras, las mirada cansada, y las patas de gallo eran lo que más les preocupaba.
Los primeros signos de envejecimientos aparecen en torno a los 29 años, pero cuando más se evidencian es en torno a los 34, aunque hasta los 37 no nos reconocemos a nosotras mismas que necesitamos la ayuda de tratamientos anti envejecimiento. Por lo visto, y según este informe, las mujeres españolas somos las que más gastamos en tratamientos. En cremas, unos 34,00 euros (frente a los 28,00 euros de media del resto de las europeas); y en maquillajes y corretores unos 29,00 euros. Muchas lociones hidratantes contienen ahora ácido hialurónico. Sin embargo, la única forma de reponer este ácido en las capas profundas de la piel es a través de rellenos faciales.
Así pues, a partir de los 37 años algunas empiezan a acudir a cirujanos plásticos para que les inyecten toxina botulínica tipo A en el entrecejo y las patas de gallo, y ácido hialurónico para tratar las ojeras y las bolsas de debajo de los ojos.
Para saber más sobre todos estos temas, nos hemos puesto en contacto con la Dra. Beatriz Beltrán, Especialista en Medicina Interna y Nutrición, con una amplia trayectoria en Medicina Estética en el campo del anti envejecimiento, y Directora Médica de la Clínica Dra. Beatriz Beltrán en Barcelona, para que nos explique un poco mejor las diferencias entre los rellenos inyectables, y más concretamente entre toxina botulínica y ácido hialurónico, a qué edad se puede empezar a tratarse, donde se inyectan estos productos, que resultados se pueden obtener, si aportan naturalidad o si son seguros. Estas son sus declaraciones.
Entrevista a la Dra. Beatriz Beltrán
¿Cuántos tipos de rellenos inyectables existen?
Hay dos grandes grupos: Los permanentes - actualmente en desuso, que dejaron de utilizarse porque su efecto era poco natural -, y los reabsorbibles, los más utilizados, los más seguros y los que proporcionan un resultado más natural. Dentro de este grupo el producto más utilizado con mucha diferencia es el ácido hialurónico.
¿Nos podría aclarar la diferencia entre la tóxina botulínica y el ácido hialurónico, y para qué zonas está indicado cada uno de ellos?
La toxina botulínica sirve para relajar los músculos. Se utiliza para las llamadas arrugas de expresión que son las arrugas del entrecejo y las patas de gallo. El relleno, en cambio, rellena surcos, arrugas y depresiones en zonas como la surco nasolabial, las conocidas líneas de marioneta y las arrugas del código de barras encima del labio.
¿Son todas las toxinas botulínicas iguales?
En el mercado existen 3 toxinas, todas ellas son toxinas botulínicas del tipo A pero entre ellas existen diferencias de formulación que les confiere características específicas. La toxina que se utiliza a nivel estético es la Toxina Botulinica tipo A.
¿La toxina de estética es la misma que se utiliza para tratar distintas enfermedades?
La toxina que se utiliza a nivel estético se comercializa con el nombre de Vistabel®, mientras que la toxina que se comercializa a nivel de tratamiento de enfermedades como migraña o blefaroespasmos se comercializa con el nombre de BOTOX®
¿Qué es exactamente el ácido hialurónico?
Es una molécula, en concreto es un glicosaminoglicano, es decir, un tipo de azúcar, un polisacárido que se encuentra presente en nuestra piel, articulaciones, y en muchos otros lugares de nuestro organismo. La acción del acido hialurónico es proporcionar soporte e hidratación en nuestra piel. Con el paso de los años vamos perdiendo acido hialurónico y por este motivo aparecen arrugas, depresiones y surcos en nuestra piel.
¿Cómo debería ser el relleno de ácido hialurónico ideal?
El relleno ideal es aquel que es seguro, ofrece un resultado natural y duradero. Por este motivo es fundamental elegir el mejor producto. No todos los productos son iguales. Tampoco todos los ácidos hialurónicos son iguales, depende de la tecnología con la que se han formulado pueden tener unas características u otras.
Hay que apostar por las últimas tecnologías, esas capaces de proporcionarnos un ácido hialurónico cohesivo, elástico y homogéneo que, a la hora de inyectarse, quede natural e integrado en el tejido, y que no produzca inflamación a la hora de inyectarse permitiendo que los pacientes al salir de la consulta realicen vida normal.
¿Cómo funciona?
Cada gel de relleno facial está formulado de manera única con una base de ácido hialurónico que el médico inyecta bajo la piel con una aguja muy fina. Una vez inyectado, el ácido hialurónico dentro del gel atrae y retiene la humedad. Al ser más suaves que otros voluminizadores faciales puede ser inyectado más fácilmente devolviendo la curvatura a las mejillas y reparando el volumen perdido. Los rellenos de realce relleno dérmico voluminizador con lidocaína (un suave anestésico local que consigue que las inyecciones resulten más cómodas) pueden durar hasta 18 meses.
¿A qué edad conviene empezar a tratarse?
No existe una edad concreta. Yo siempre digo que cuando nos vemos surcos o arrugas en la piel es aconsejable tratarse, pero no hay que esperar a que las arrugas se marquen en nuestra piel.
Nos despedimos de la Dra. Beatriz Beltrán agradeciéndole la amabilidad con la que nos ha atendido.
Para quienes se estén planteando someterse a alguno de estos tratamientos, lo peor es la desinformación. Sin embargo, existe una nueva plataforma on-line que responde a cuestiones tales como qué se puede esperar antes del tratamiento, qué hacer después, si es doloroso o si este tipo de tratamientos produce hinchazón.
Esta plataforma también permite realizar un breve cuestionario sobre las necesidades personales de cada persona. Los resultados que obtengamos nos ayudarán a pensar en el plan de tratamiento más adecuado y a preparar la consulta con el especialista. Esta web también ofrece un localizador de clínicas para facilitar la búsqueda del especialista más cercano o el que más confianza nos inspire.
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