Al igual que hemos hablado en Arrebatadora de los tres pasos para el cuidado del cutis, en cuestión del pelo también existen esos tres pasos. Pero no son los mismos, claro: Productos para el cuero cabelludo (champú), productos para el pelo (mascarillas, acondicionador, sérum), productos de acabado o styling (cremas, geles, espumas…)
Si tienes un problema en el cuero cabelludo, ya sea pelo seco, graso, caspa, etc., lo mejor es que el champú sea específico para tratar ese problema. Este es el llamado paso 1.
Si no sabes determinar si tu cuero cabelludo tiene un problema (igual no lo tiene) opta por un champú normal. Si te lavas la cabeza todos los días y no tienes problemas en el cuero cabelludo, mejor que el champú sea suave. Y si te lavas la cabeza todos los días y utilizas un producto específico de tratamiento para el cuero cabelludo, intercálalo con un champú suave.
Para lavar el pelo, intenta no enmarañarlo. Date un masaje en círculos en la raíz del cabello con las yemas de los dedos, y listo.
Segundo paso: Acondicionar
El paso 2 es el referente a los acondicionadores y mascarillas. Aquí debes fijarte más en el pelo en sí que en el cuero cabelludo. Brillo, rizos, alisado, volumen, cabellos teñidos, nutrición, reparación… ¿cuál es tu objetivo?Por cierto, ya sé que vamos con prisas, pero lo mejor para nuestro pelo no son los productos dos en uno (champú + acondicionador). Mejor por separado.
Si te lavas el pelo todos los días, utiliza el acondicionador, y una vez a la semana la mascarilla, pero en condiciones, con sus tiempos, su pañito caliente si tienes opción. Generalmente, los acondicionadores y las mascarillas de la misma familia suelen tener los mismos ingredientes, sólo que la concentración de los mismos y la textura de los productos son diferentes.
Para aplicar tanto el acondicionador como la mascarilla, es recomendable que lo vayas haciendo mechón a mechón, alisándolos con las manos para sellar la cutícula y sin enmarañar ni restregar. Y aplicarlo en el cabello, no en el cuero cabelludo.
En este segundo paso también entrarían los sérums o los reparadores de puntas, que los puedes aplicar con la misma frecuencia que las mascarillas pero en días distintos (esto depende, claro está del grado de necesidad y de deterioro del pelo)
Tercer paso: Acabado o no
El tercer paso es el del acabado o productos de styling: espumas, geles, gominas, cremas de peinado, sprays, lacas… Aquí entra en juego el gusto propio de cómo nos gusta lucir nuestro cabello: mayor fijación, más definición, más brillo… Tu tacto y tu vista te ayudarán con las claves.Es un paso que puede no darse si tu pelo queda perfecto con los pasos 1 y 2. Yo, personalmente, he dado una nueva oportunidad a las cremas de peinado, en detrimento de las espumas.
A mí me interesa que mi rizo quede definido, apretado, jugoso. Un buen truco es repartir la crema de peinado mechón a mechón: primero la repartes alisando y luego retuerces el mechón en tu propio dedo. Lo estrujas con la mano y lo sueltas. Doy fe de que funciona y queda el pelo precioso, aunque no es muy práctico si tienes mucho pelo y encima es muy largo, pero vamos, que si no vas con prisas, hazlo.
Espero que os hayan parecido prácticos e interesantes los consejos de Esperanza Jiménez y que yo, con mucho gusto os he hecho llegar. ¡A lucir un cabello perfecto en verano!
Imágenes | Kathryn, y Nesta Vazquez en Flickr
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