Ahora que se aproximan las fiestas no vienen nada mal unos cuantos consejos sobre cómo fingir que se tiene una cara de al menos 8 horas de sueño cuando no es así. Los cosméticos son nuestros aliados en esta empresa. Si asistís a la cena de Navidad, se hace tarde y hay que fichar a las 8, mejor que sigáis leyendo:
Empecemos por una ducha fría y caliente, alternada, que despierte el cuerpo y la mente. El viejo truco de meter unas cucharillas de café en el congelador y aplicarlas sobre ojos hinchados y rojos también funciona. Otra opción es aplicar algodones empapados en cafeína, es decir, en café puro y duro. Por último, una cola de caballo estira la piel y hace una especie de lifting que permite ver una cara más despejada.
Unos polvos bronceadores, muy suaves, eso sí, y enfatizo el muy, junto con un colorete buena cara hacen milagros. En la misma línea el delinear por dentro la línea de pestañas superior con un color azul marino, un truco de la artista del maquillaje Laura Mercier, hace que los ojos se vean más blancos.
Aplica un corrector-iluminador (perfecto el de Helena Rubinstein, como os he aconsejado aquí muchas veces) y no olvides la esquina exterior del ojo, donde suelen acumularse sombras que nos hacen parecer más cansadas.
Llamar la atención sobre los labios, con un gloss o barra de un tono llamativo, hace que la gente de alrededor se fije menos en tus ojos cansados. Si quieres ideas, lee nuestro post sobre cambios en tu tono habitual de labios. Por último, una capa generosa de rimmel en las pestañas superiores abre mucho la mirada.
No olvides que la ropa y accesorios tienen su papel, e importante. Cualquier collar o pendientes que brille bastante añadirá luz a tu look, al igual que una pashmina rosa.