Hace tan buen tiempo que casi no me doy cuenta de las fechas que atravesamos. Dentro de nada, Navidad, y el año pasado me prometí no dejar todo para última hora. Sé que parece pronto, pero siempre pasa lo mismo, todo se precipita y me veo preparando cenas y comprando regalos sin un minuto para mí.
Si habéis tenido esa sensación alguna vez, entenderéis que quiera evitarla desde ahora. Os cuento alguna de las soluciones que he decidido tomar. Este año, quiero estar preparada en varios aspectos…
El rostro, preparar
Quiero tener mi rostro estupendo e hidratado durante las fiestas, sin las secuelas del cansancio y la falta de tiempo; por eso me llama la atención la propuesta que la Clínica Bioláser La Moraleja ha creado para la ocasión. Un tratamiento flash personalizado, a la medida de cada piel, mediante un protocolo que busca luminosidad inmediata en el rostro. Consiste en una aplicación tópica, una base compuesta por biopéptidos, perfecta para las que no queréis oír hablar de pinchazos o teméis la aparatología. La Dra. María Calvo, explica que funciona como los factores de crecimiento y se combina con una mezcla de potentes activos seleccionados a partir de las necesidades específicas de la piel de cada paciente. El procedimiento consiste en un análisis y diagnóstico por parte del dermatólogo, para, a continuación, preparar la combinación indicada.
Retinol, ácidos despigmentantes, seborreguladores factores de hidratación y antioxidantes son, entre otros, algunos de los activos dirigidos a proporcionar una piel sana y luminosa. Una regeneración cutánea sencilla y exenta de efectos secundarios, en textura gel, que sólo necesita 30 minutos para actuar. Para un tratamiento de choque profundo se recomiendan de 2 a 4 sesiones espaciadas con un margen de 15 a 21 días entre ellas, y el precio de cada sesión es 150 euros. Os confieso que es una de las opciones que estoy dispuesta a llevar a cabo.
Cabello, sólo cambiar
Preparar mi cabello para lucirlo con un aspecto óptimo en las fiestas cuesta muy poco si lo hago desde ahora. Además de tratarlo con mascarillas, cada semana, para nutrir e hidratar, he comenzado a utilizar un champú anticaída, el de la gama Stymulactine 21 de J.F. Lazartigue. No sólo para mitigar la caída estacional, también como preventivo excepcional para los efectos del estrés que voy acumulando en las fechas previas a la Navidad.
El ritual Stymulactine 21 de J.F.Lazartigue para la caída del cabello contempla los factores generales que pueden provocar una caída de cabello notable, debilitamiento o pérdida de fuerza. Cambios estacionales, embarazo, alimentación desequilibrada o este estrés al que hago alusión son algunos de estos factores. Una línea de 4 fórmulas libres de parabenos que colabora a regenerar, tonificar, fortificar, nutrir y revitalizar el cabello.
Este champú está formulado con glicoproteínas, microcápsulas de fosfolípidos, homotaurina, silanoles, antiinflamatorios y antioxidantes para reestructurar la fibra, colaborar a frenar la caída, fortificar y estimular su crecimiento. Desde que lo utilizo, lo noto con más tono y vitalidad. Su precio recomendado es 26 euros. Y es que, si hay que utilizar un champú en cada lavado, ¿qué más me da dar ese algo más al cabello?
En ayunas
Beber el zumo de medio limón en agua tibia se ha convertido en una rutina indispensable para mi. Hace poco Charlie escribió Beber agua con limón en ayunas, ¿sabes qué beneficios tiene?, me fijé en el articulo porque justo yo había a comenzarlo a hacerlo este verano.
Os aseguro que esta rutina me ha dejado asombrada por las ventajas que noto. Una buena manera de mantener el cuerpo más en forma para lo que ha de venir en Navidad porque favorece la eliminación de toxinas acumuladas durante la noche y alcalinizo mi organismo. El limón me ayuda a eliminar también la acumulación de lípidos, lo noto, y es rico en vitamina C, importante cara al frío del invierno. Lo tomo 20 minutos antes de desayunar, me hidrata, y si este simple gesto me otorga tantas cosas buenas...,¿ por qué no hacerlo?
En mi mente
Aún quedan días para aprender a parar el ritmo, esto es, para tener alguna pausa y saber desconectar de verdad, para aprender a distinguir las prioridades. Una buena opción es el mindfulness, alcanzar un estado de relajación a través de la observación interior y la meditación. Aprender a ver las cosas desde la calma y paz puede ser muy beneficioso de cara a la Navidad, y una buena manera de acabar y comenzar el año.
Si lo consideráis tan importante como yo, Zentro Urban Yoga, que ya he recomendado en otras ocasiones por mi afición al yoga, imparte cursos de mindfulness una vez por semana. Lo he probado, y se nota.
Clave, mantenimiento
Este extra va a consistir en no desatender los pequeños detalles de belleza: depilación, manicura, pedicura, mechas, tintes…, [rutinas simples](Tareas para un mantenimiento estético básico. Una hora a la semana y perfecta todo el año) que facilitan mucho trabajo y componen un buen aspecto general, ese “estar preparada” siempre. Es un momento clave para no desocuparse. No dejar para mañana lo puedo hacer hoy, es siempre mejor que "ya lo haré" en cuestiones de belleza. Lo mejor que podemos hacer para llegar en forma a la Navidad y poder disfrutarla de verdad.
Si a vuestras formulas de belleza, añadís la previsión en las compras, regalos y organización podréis alcanzar un equilibrio entre cuerpo y mente que os haga llegar a las fiestas con el auténtico espíritu que requiere: el de la felicidad, la paz y una cara que lo refleje. ¿Lo intentamos esta vez?
Más información | Clínica Bioláser La Moraleja, J.F. Lazartigue,
Imágenes | 1# Pixabay, 2# Pixabay
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