Los expertos nos cuentan cómo retirarnos en casa el esmalte permanente y las uñas de gel: consejos a tener muy en cuenta

Las emergencias beauty nos siguen surgiendo durante este periodo de cuarentena y del #yomquedoencasa. Así, ya nos hemos retirado las extensiones, cortado el pelo y el flequillo, retocándonos el tinte y cuidando nuestro rubio, ahora es el momento de poner el foco en nuestras uñas, sobre todo en las acrílicas y manicuras de gel que ya requieren que hagamos algo.

Así, hemos querido acudir directamente a los expertos para que nos den las claves de cómo deshacernos de las manicuras que han crecido ya en exceso. Así, Elena Daudova es la creadora de Daudova Beauty, ubicado en pleno Barrio de Salamanca de Madrid, nos ha querido dar las claves para eliminar un esmalte permanente, las uñas acrílicas, de gel y todas esas que son más complicada.

Para empezar, nos cuenta que hay que hablar de diferentes tipos de cobertura esmaltado permanente en el acrílico, por lo que existen diferentes métodos de eliminación de estas coberturas.

Por ejemplo, esmalte permanente y acrílico se quita con un líquido special remover o acetona como excepción en las condiciones de casa. Eso sí, nos informa Elena que tengamos cuidado con la acetona porque hay veces que puede provocar alergia. Dicha alergia se manifiesta con el enrojecimiento e inflamación de cutícula. Para evitar esto es precauciones ella nos recomienda cubrir las cutícula has con una crema grasa untuosa.

La técnica de eliminación de esmalte permanente y de acrílico primero hay que comenzar con la ayuda de una lima (7,99 euros) con la que quitamos solo la capa superior de la cobertura.

Luego empapamos el algodón con acetona (1,50 euros), lo colocamos sobre la uña, envolvemos en el papel de plata para que no penetre el aire y dejamos actuar mínimo 20 minutos, aunque con el acrílico necesitaremos mínimo 35 minutos.

Como precaución, Elena nos dice que, al quitar papel de plata no lo hagamos todo a la vez, ya que al contacto con el aire el material se endurece, así que retiramos una a una.

Luego, con la ayuda de un palito de naranjo (6,50 euros) quitamos los restos de la cobertura donde se haya desprendido y siempre sin dañar la placa ungueal de la uña. Si el producto se desprende con dificultad es necesario repetir el procedimiento anterior.

Siempre hay que procurar que el remover o acetona disuelvan el producto al máximo para evitar limar en exceso y así evitar ese daño a la propia uña.

Y luego, tenemos el caso de las uñas de gel en que no es posible eliminar el producto con el remover o acetona: hay que limar. De hecho, Elena nos dice que si no se tienen desprendimientos superficiales del esmalte, nos recomienda únicamente limar solo el largo.

En el caso de que se haya desprendido y no podemos conformarnos con limar el largo, recomienda limar con mucha precaución sin tocar con la lima la uña natural.

En todo caso, nos recomienda que después de quitar todo el producto, en el caso de las uñas más débiles, cortemos el borde de nuestra uña para tenerla lo más corta posible. Mientras que si tenemos uñas más fuertes podemos mantener un poco más el largo pero hay que tener en cuenta que la sensación que nos da este tipo de esmaltes de protección la vamos a perder, lo que no significa que las tengamos débiles.

En todo caso, siempre lo haremos con mucho cuidado para no dañar nuestra propia uñas, y siempre sería recomendable tener un esmalte reparador a mano que nos ayude a regenerar nuestras uñas lo antes posible, mucha hidratación de manos y cutículas para que, cuando acabe la cuarentena, podamos volver a nuestro salón a lucir manicura.

*Nota: algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.

Fotos | @nailsbyemikudo, @beyonce y @tombachik