Una de las razones por las que dejamos de lado las dietas al poco tiempo de comenzarlas es porque muchas suelen ser bastante restrictivas y aburridas: poca gente aguanta comiendo todos los días lo mismo. La pechuga de pollo a la plancha con ensalada es un clásico y está muy bien para comerla de vez en cuando, pero la clave está en la variedad.
Yo apuesto por una alimentación sana y equilibrada en la que todos los alimentos tienen cabida si sabes hacer las elecciones adecuadas. ¿Tienen los cereales cabida en nuestra alimentación? En la mía sí, eso sí, lo menos procesados posible. Paradójicamente no los suelo comer con leche, como es tradicional: hoy os enseño unas ideas originales para incorporar los cereales a vuestra dieta.
Antes de nada deciros que los cereales que más suelo consumir son avena integral (la podéis encontrar en herbolarios, pero también en grandes superficies bastante bien de precio) y muesli casero, que podéis hacer con avena, frutos secos y frutas deseacadas a vuestro gusto. Pero hay muchas opciones que podéis aprovechar: maíz, espelta, trigo...
La avena es tremendamente versátil, y la podéis utilizar en forma de copos, como harina después de pasarla por la batidora y de muchas mas formas. Vamos con esas ideas para incorporar cereales a la dieta.
Añadiéndolos a las ensaladas: una ensalada no tiene por qué resultar una comida aburrida, de hecho es uno de los platos que más variantes admite. Los copos de avena crudos en la ensalada le dan una textura interesante al plato. Para ensaladas también me gusta utilizar la espelta, previamente cocida en agua y escurrida. La espelta contiene los ocho aminoácidos esenciales, además de una gran cantidad de proteína vegetal y fibra.
Rebozados con avena: la idea me la dio un amigo cocinillas, que por su cumpleaños nos preparó unas riquísimas alitas de pollo rebozadas con kikos y menta (probadlo, porque era espectacular). La variante menos calórica del plato la preparo con pechuga de pollo: utilizo sólo clara de huevo para hacer el paso previo al rebozado, y luego las paso por avena molida. De ahí van al horno hasta que están doradas, y quedan ricas ricas.
Tortitas de avena: un clásico de los aficionados al gimnasio. Cuando estás en época de dieta y te mueres por comer algo dulce, las tortitas de avena son la salvación. Para prepararlas necesitamos huevos (también se pueden hacer sólo con las claras), avena en polvo (previo paso de los copos por la batidora), leche y algo para endulzar (canela, edulcorante...). La idea es pasar todo por la batidora, y de ahí a la sartén con una gota de aceite.
Estas tortitas admiten muchísimas variantes: se les puede incorporar proteína de distintos sabores, frutas, cacao en polvo desgrasado... Y si las acompañáis con un chorrito de miel, mejor que mejor.
Cuscús: uno de mis platos preferidos es el cuscús con verduras a la plancha. El cuscús no es otra cosa que sémola de trigo duro, otro de los cereales estrella en la cocina. En teoría, para hacer cuscús tradicional se debería cocinar al vapor colocándolo encima del estofado al que acompaña. Como yo lo tomo con verduras a la plancha, cocino el cuscús por su lado como si fuera arroz, y luego lo junto todo. Echad mano de las especias que más os gusten y dadle sabor al plato.
En forma de smoothie: el otro día os dejé unas ideas de smoothies, y aunque en ninguno incluí la avena, esta nos puede servir para texturizar el batido. Personalmente, me gusta hacer mi propio smoothie (sobre todo para merendar) con kiwi, leche o yogur desnatado y unas cucharadas de avena: proteínas, carbos y grasas buenas para un extra de energía.
Ya tenéis cinco ideas para probar este fin de semana y decidir cuál os gusta más. Y vosotras, ¿cómo incorporáis los cereales a vuestra dieta?
Imagen | TheCulinaryGeek y BunchedUpTV en Flickr
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