Muchas personas siguen a menudo una dieta, algunas personalizadas y otras que nos ha pasado alguna amiga o que hayamos leído en alguna revista. Para todas aquellas que han logrado perder peso hay un truco matemático para poder seguir después una dieta de mantenimiento y no volver a recuperar el peso perdido.
Pongamos un ejemplo de una persona que pierde 8 kilos, ha seguido un plan de alimentación de 1.200 calorías y ahora pesa 63 kilos. Lo primero que tenemos que saber cual es la energía que necesitamos para realizar las funciones vitales de cada día y el truco esta en multiplicar tu peso por 21,6. Si no quieres coger peso tendrás que seguir una alimentación que no exceda de 1.360 calorías que es el resultado que nos sale.
Sin embargo tienes que tener en cuenta tu actividad física y eso depende de más causas a lo largo del año. No es lo mismo haber perdido peso no haciendo deporte que luego te quieras apuntar al gimnasio. Por eso siguiendo con el ejemplo multiplica las calorías (1.360) por 1,2 si es baja, por 1,4 si es media y por 1,6 si es alta. Esas serán tus necesidades reales a la hora de alimentarse y querer mantenerse sana.
