¡Feliz Navidad, arrebatadoras! Se acabó la siesta larga después de una comilona en familia o con amigos. Ha sido un día placentero y la buena notícia es que mañana es domingo. ¡Qué más se puede pedir! Pues … una bañera de agua caliente y burbujas.
Es el fin de semana perfecto para sacar de vuestros armarios y neceseres del cuarto de baño todo lo que no solemos utilizar para el cuidado corporal. Sales de baño, aceites de baño, el exfoliante corporal: dáte el gustazo.
Una bañera de agua caliente hará que la velada sea el colmo del antiestrés. Echa un chorro de aceite de baño o baño de espuma en el agua. Coloca unas cuantas velas alrededor, mejor si son perfumadas y de aromaterapia relajante, apaga la luz directa y métete en la bañera hasta el cuello (sola o acompañada, eso es ya cosa tuya).
La temperatura del agua y el vapor del ambiente te relajan en pocos minutos. Es bueno para cuerpo y mente: destensa los músculos, elimina el cansancio y el insomnio. Puedes aprovechar para hacerte un peeling corporal, la mascarilla del cabello o incluso eliminar las cutículas de tus uñas.
Antes de salir, pásate la piedra pómez en los pies y elimina esas durícias para las que no tienes tiempo de entretenerte en el día a día, frota tus codos y tus rodillas con el guante de crin. Ahora que sales del agua y el cuarto de baño está calentito, una vez seca la piel del cuerpo termina este ritual de fin de semana especial aplicándote leche o crema corporal.
Ya puesta, no olvides la crema de los pies y, como se está tan bien, enciende la luz y termina tu manicura: base y esmalte del color que te apetezca y que haga juego con lo que tienes previsto ponerte mañana. ¡Por favor, qué gusto!
En Arrebatadora | Convierte tu baño en un jacuzzi, Exfoliante corporal Exfotonic de L’Oréal
Foto | Dennis Wong, kT LindSAy