Normalmente el verano es un tiempo en el que cuidamos muy poco, por no decir nada, nuestra dieta, más que nada porque en vacaciones nos relajamos y queremos disfrutar de todo sin pararnos a pensar en lo bueno o malo de nuestros hábitos alimenticios, así que dentro de los objetivos de otoño hemos pensado en daros 10 pautas para comer equilibrado.
Esto nos debe servir para cambiar algunos de nuestros hábitos alimenticios y así mantener el cuerpo en un estado de forma optimo durante todo el año. Comer equilibrado significa no tener que renunciar a casi nada pero saber cual deben ser nuestras prioridades diarias en nuestra alimentación.
La alimentación
Lo primero que tienes que tener claro es que la alimentación es el combustible que necesita tu organismo para vivir y realizar toda la actividad, tanto física como mental, diaria. Por tanto comer las proteínas, grasas, hidratos, vitaminas y minerales necesarios es de especial importancia para nuestra salud.
Hay que tener en cuenta que un dieta equilibrada pueden varíar de una persona a otra dependiendo principalmente de su edad, metabolismo y actividad física, así que estas pautas son algo generales que podremos modificar dependiendo de nuestras necesidades.
10 pautas para una alimentación equilibrada
Reparte tu comida: no hagas nunca una comida muy fuerte, es mejor comer unas cinco veces diarias, en cantidades moderadas en todas ellas.
No te saltes ninguna comida: no creas que realizar menos comidas hará que adelgaces ya que seguramente en la siguiente comida comerás mucho más o picarás entre horas. En concreto el desayuno es fundamental para empezar el día con energía..
Calorías las justas: intenta comer las calorías que vas a necesitar, nunca más, adaptando las necesidades de las mismas tu actividad física. No es lo mismo la dieta de una persona deportista que la de una sedentaria.
Variedad en los alimentos: comer un poco de todo garantiza, en cierta medida, que se coma equilibradamente, evitando carencias nutricionales y problemas de salud.
Recomendaciones de los especialistas: aconsejan al día cinco raciones de frutas y verduras, y semanalmente dos raciones de productos lácteos (tres o cuatro en el caso de gestantes, adolescentes, deportistas o ancianos), dos raciones de carne, pescado o huevos, y seis de cereales y legumbres.
Hidrátate: beber agua es fundamental para que el organismo realice sus funciones perfectamente ya que como todos sabemos más de la mitad de nuestro peso corporal es agua. Beber al menos dos litros de agua al día, cantidad que puede ser aportada por zumos o refrescos no azucarados.
A suprimir: las grasas trans deben ser suprimidas por completo de nuestra dieta, mientras que debemos controlar al máximo la ingesta de las grasas saturadas y del colesterol, reprimiendo al máximo la bollería industrial y los alimentos excesivamente azucarados.
Controla la ingesta de hidratos: a veces pensamos que la pasta o el arroz son alimentos sanos pero abusar de comidas ricas en hidratos, si no realizamos una actividad fisica que use la energía que proveen a nuestro cuerpo se convertirán en grasa.
Cuida de tus carencias: por ejemplo una dieta vegetariana no quiere decir que sea una dieta equilibrada ya que sin alimentos de origen animal puedes tener carencia de vitamina B12 necesaria para la formación de glóbulos rojos. Puedes paliar tus carencias con suplementos nutricionales.
Cocina sin grasas: los fritos y rebozados no deben de ser habituales en tu dieta. Cocina con la menos grasa posible, usa un poc de aceite de oliva para hacer los alimentos a la plancha. Siempre que puedas cocina al horno o al vapor sin nada de aceite.
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