Una de las características más aterradoras de la cultura de la violación es la culpabilización de la víctima. No solo la que realiza parte de la sociedad, sino la que siente la propia mujer que ha sufrido el abuso. No es extraño escuchar a víctimas de violaciones decir que se han sentido culpables después de los hechos, pero sí lo es encontrar una figura relevante que da un paso adelante y reconoce haber sufrido abusos sexuales y una injusta culpabilidad posterior. Jane Fonda ha saltado a todas las portadas tras la entrevista que ha concedido a la también actriz Brie Larson, en la que ha hablado de episodios de su pasado que nunca antes habían salido a la luz pública.
«He sido violada. Sufrí abusos sexuales cuando era niña. He sido despedida por no querer acostarme con mi jefe. Y, siempre, he pensado que era culpa mía, que había dicho o hecho algo que no debía». Con estas contundentes palabras, la mítica actriz, de 79 años, desveló su secreto a Brie Larson, conocida defensora de los derechos de las víctimas de abusos.
En la entrevista, además, Fonda defendió su tarea como activista feminista, y sus dificultades para tratar con algunas de sus parejas, a las que ve como víctimas de una educación patriarcal.
También recordó la historia de su madre, la actriz Frances Ford Seymour, que se suicidó cuando ella tenía 12 años. En 2014, confesó que había descubierto, años después de su muerte, que su madre había sufrido abusos sexuales a la edad de ocho años, y que, cuando lo hizo, consiguió al fin empatizar con ella: «En el momento en que lo supe, todo encajó en su lugar. Entendí el porqué de la promiscuidad, las continuas cirugías estéticas, la culpa, la incapacidad para amar o ser cercana, y fui capaz de perdonarla a ella y perdonarme a mí misma».
Imágenes | Gtresonline.
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