Una de las cosas que disfruto más en el mundo es la de conocer y probar alimentos de diferentes países y culturas del mundo. Algunas son más conocidas por todos, como la asiática o la mexicana, y encontramos diferentes restaurantes en nuestro país donde consumirla.
Sin embargo, las cocinas de otros países solo se están empezando a conocer de manera global en los últimos años. Este es el caso de la gastronomía de los Balcanes, de la que posiblemente hayamos empezado a escuchar hablar de manera reciente. Sin embargo, su entrada en nuestras vidas será importante, tal y como indica el informe de tendencias de Pinterest 2020.
Numerosos países unido en un estilo gastronómico
Igual que ocurre con la gastronomía o la dieta mediterránea, en la que se une el estilo de alimentación y las recetas de países como España, Grecia o Italia, la gastronomía de los Balcanes se conforma por la alimentación de la zona europea delimitada por los montes Balcanes, pero también por el mar Adriático, Egeo, Jónico, Mármara y Negro.
En general, se podría decir que encontramos platos de Bulgaria, Croacia, Albania, Eslovenia, una parte de Grecia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Serbia, Montenegro, etc. Por ello, a pesar de que hay muchas ideas comunes, platos y sabores, también nos podemos imaginar la cantidad de alimentos y recetas diferentes que podemos encontrar.
Lo que sí podemos decir, como rasgo distintivo y común, es que los pescados, las carnes y los vegetales de la zona son los protagonistas. Una de las particularidades de la gastronomía balcánica es que sus recetas y sus sabores cuentan la historia la región y son su mejor testigo.
La cocina de los Balcanes se alimenta, directamente, de la influencia turca. Teniendo en cuenta la historia de la zona no es de extrañar. Muchos platos comparten base e, incluso, nombre.
Algunos de los platos más característicos de la comida balcánica
El Burek
Este plato es, probablemente, uno de los más emblemáticos y conocidos de la cocina balcánica. Es un plato que, tradicionalmente, se podía encontrar en el Imperio Otomano y que podemos comer también en Turquía. Consiste en una especie de empanada de pasta filo.
El relleno puede ser muy variado y dependerá de lo que nos apetezca. Lo tradicional es rellenarlo con carne picada, espinacas, vegetales o queso feta. Pero también podremos encontrarlo rociado con canela y azúcar en su versión más dulce.
Cevapi
En este caso el cevapi son una especie de salchichas, más pequeñas de lo habitual y elaboradas con carne picada. Lo más habitual es que se elaboren en la parrilla y se sirvan con pan de pita, crema de yogur y cebolla picada.
Como suele ocurrir con este tipo de alimentación, la carne es muy sabrosa y tiene un toque especiado. Es un plato muy sencillo, pero que no dejé indiferente.
Shopska Salata
Igual que la comida mediterránea con la ensalada caprese, la comida balcánica tiene una ensalada clásica. En este caso es la shopska. Los ingredientes igual que ocurre con la caprese son bastante sencillos e, igualmente, resulta sorprendentemente sabrosa en su sencillez.
En este caso se elabora con tomate, pepino y queso feta. Una ensalada muy refrescante que nos lleva directos a los balcanes.
Pljeskavica
La pljeskavica es un plato muy habitual en Serbia. Consiste en una especie de hamburguesa o de filete ruso. Consiste en carne picada de cerdo - aunque también se puede mezclar la carne de cerdo con la de cordero- con cebolla y numerosas especias.
Es un plato bastante contundente que se puede encontrar en puestos callejeros de manera sencilla. Habitualmente se elabora en la parrilla y se sirve con diferentes salsas: de crema de leche, salsa de pimienta o diferentes salsas picantes. En los puestos callejeros se suelen servir en pan de Pogacha.
Baklava
Los postres también tiene hueco en la cocina balcánica, por supuesto. Uno de los más conocidos es el blakava, un pastelito elaborado con pasta filo. En el interior suele llevar nueces trituradas, miel y frutos secos. Un postre muy dulce que quizás nos recuerde un poco a dulces de oriente.
Krema Rezina de Bled
Bled es una localidad en Eslovenia y sus pasteles son tremendamente conocidos y su mejor reclamo turístico. Se trata de un pastel de hojaldre con nata y crema de vainilla cuya receta se mantiene intacta desde hace 60 años.
Es un postre delicioso, dulce pero sin empalagar y muy suave. Uno de esos postres de los que queremos repetir una y otra vez.
Imágenes | @gremo_mi_kar_po_svoje, @pink_pig_oo, @wandercooks, @straldjanskarakia, @sitkiustankara, @behind.the.steam
