J.W. Anderson: de Shacklewell Lane a la conquista de Loewe

Antes de adentrarte en el mundo de Jonathan William Anderson tienes que ser consciente de que te adentras en un universo en el que la feminidad y la masculinidad no existen, un mundo en el que el hombre y la mujer comparten vestuario, el mundo de JW Anderson, el diseñador irlandés que ha pasado en menos de ocho años de ser un diseñador más en la escena británica a convertirse en el nuevo director creativo de Loewe.

Jonathan creció en Magherafelt, en Irlanda del Norte. Su padre era jugador de rugby (ahora entrenador) y su madre, una profesora de Inglés. La creatividad le viene de su abuelo, director creativo de una fábrica textil que suministraba las telas a Liberty. Y teniendo el mundo de la moda tan de cerca, solo era cuestión de tiempo que Anderson comenzase a colgar de su pared páginas de Vogue e imágenes de los catálogos de Prada. En una entrevista contó que compraba su ropa en TK Maxx, un outlet en el que encontraba piezas de Moschino, Dolce & Gabbana o Jean Paul Gautier.

Además del amor por la moda, Jonathan también sobresalía en la interpretación, y ese fue el camino que tomó, actuando primero en el National Music Theatre y más tarde, a los 18, en Shakespeare Theatre Company en Washington DC. Meses más tarde, el irlandés viajó a la gran manzana para conseguir una plaza en Juilliard, la famosa escuela de arte de Nueva York, pero a mitad de la audición, Anderson se dio cuenta de que eso no era lo que quería hacer así que hizo las maletas y volvió a Irlanda.

Tras trabajar en unos grandes almacenes y ser rechazado por la Central Saint Martins, el diseñador se matriculó en un curso de ropa masculina en la London College of Fashion (de ahí la estética de sus colecciones)gracias al cual se hizo con un puesto en Prada junto a la gran Manuela Pavesi.

Jonathan lanzó su línea femenina en 2010, dos años después de hacer su debut en el mundo de la moda masculina y desde entonces, su fama y sus colecciones no han parado de crecer. Las prendas de Anderson podrían definirse como algo deportivas, casuales y con un punto avant-garde. Todo ello entrelazado con maestría, de tal manera que no parece que estamos ante un proyecto de manualidades de un niño de 3 años, algo a lo que podemos llegar si no se tiene el talento del irlandés.

A su edad, Anderson ya ha conseguido lo que otros muchos tardaron años en conseguir. Ha colaborado (en dos ocasiones) con una firma low-cost, Topshop, siendo ésta la colaboración más exitosa de la cadena británica. Y también lo ha hecho con Donatella Versace y su línea Versus, la temporada siguiente a que ésta dijese “hasta luego” a Christopher Kane.

En su estantería ya descansa un Premio al Talento emergente entregado en los British Fashion Awards de 2012 y en su cuenta corriente, la importante dotación económica que aporta el British Fashion Council a través de su programa NEWGEN. Además del beneplácito (y apoyo) de grandes nombres del Street style como son Alexa Chung o Miroslava Duma.

Una vez leí una entrevista con el diseñador en la que decía que no debes estar muy cómodo en tu posición porque si lo haces, ¿cómo vas a seguir adelante? Quizá por eso Jonathan ha decidido dar el salto y hacerse con el puesto de Director Creativo de Loewe que hace unos meses Stuart Vevers dejaba vacante tras su marcha a Coach. ¿Cómo casará el estilo de la casa madrileña con la ruptura de los códigos que caracterizan los diseños de JW Anderson? Tengo muchas ganas de descubrirlo.

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