El divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt, después de doce años de relación, dos de casados y seis hijos en común, dejó a todo el mundo con el corazón roto en 2016. Lo suyo fue una ruptura de las que inundan las redes sociales de mensajes de personas diciendo haber dejado de creer en el amor con la noticia. No es para menos, Brangelina no solo fue un matrimonio con su propio nombre combinado de pareja, eran un emblema de Hollywood y hasta tenían su propia marca de vino rosado.
Ahora, tres años después, la actriz se ha abierto en una entrevista con la revista francesa Madame, del periódico Le Figaro, sobre su sonado divorcio y sobre cómo la experiencia la ha cambiado.
Jolie ha explicado que siente que todavía se encuentra en "un periodo de transición" aunque ya nota cómo está "volviendo a ser ella misma" después de haber estado "un poco perdida":
"Creo que empezó al final de mi relación con Brad y después cuando nos separamos. Fue complicado, ya no me reconocía a mí misma y me hice pequeña, insignificante aunque no lo mostrara", ha confesado Angelina.
"Estaba profundamente triste, herida", ha seguido contando. "Por otro lado, ese sentimiento de insignificancia y humildad era interesante. Al final, es humano".
También ha hablado de cómo aprovechar las adversidades y momentos bajos para cuestionarse a uno mismo y volver a recomponerse es una lección que intenta transmitirle a sus hijos: "la idea de la renovación y, a través de ella, la posibilidad de la felicidad. Yo tuve que redescubrir la alegría".
La actriz se encuentra actualmente en plena promoción de la secuela de Maléfica, en la que interpreta a la famosa villana de Disney. La película llegará a los cines españoles el próximo 18 de octubre y, en ella, se conocerán los acontecimientos que endurecieron el corazón de Maléfica y que la llevaron a maldecir a la recién nacida Princesa Aurora.
Fotos | Gtres.
