El feminismo es tan importante para los hombres como para las mujeres y por eso es fundamental que desde pequeños adopten actitudes feministas. Todos ellos puedan hacer que el futuro sea más igualitario para todos, más allá de si han nacido hombre o mujer. Tengo dos hijos, y aunque aún son pequeños para entender según qué cosas, sí que quiero educarles para que ellos compartan un mundo más feminista, mejor y más justo para todos.
Puede que no sea fácil cambiar actitudes y comportamientos que llevan toda la vida entre nosotros, pero sé que entre todos podemos ir poniendo nuestro granito de arena para que el mundo no sea un lugar donde nacer hombre o mujer te condicione las situaciones, trabajos y obstáculos con los que te enfrentarán en la vida. Tener un mundo más feminista es cosa de todos, y mis hijos y sus compañeros y compañeras en el colegio son los que determinarán cómo será la vida dentro de 30 años, por eso quiero servirles de ejemplo y transmitirles un conjunto de enseñanzas que les ayude y que ayude a las mujeres con las que se encuentren en la vida. Junto con la educación es fundamental el ejemplo, porque los niños aprenden de lo que ven y de lo que viven a diario.
No quiero que diferencien "juegos de chicas" o "juegos de chicos". ¿Por qué poner etiquetas? Una niña puede disfrutar de jugar al balón y un niño puede disfrutar con un castillo repleto de muñecas y muñecos con su hermana. Ellos no tienen prejuicios, salvo los que nosotros les inculcamos, así que fomentaré que jueguen libremente a lo que más les apetezca. Se trata solo de dar rienda suelta a su imaginación y no debemos coartarles en ese sentido. Las jugar a cocinitas y a construcciones les gustan tanto a chicos como a chicas cuando tienen de 2 a 4 años.
Quiero que mis hijos vean a mujeres poderosas en puestos altos: científicas, políticas y empresarias que demuestren que todos podemos llegar a dónde queramos, seamos hombres o mujeres. Les mostraré ejemplos de mujeres que han conseguido importantes logros y que son inspiradoras para todos. Por eso quiero una mayor visibilidad en los medios de noticias como ésta, que nos llenan de orgullo.
Quiero que aprendan a realizar todo tipo de tareas en casa. Desde coser un botón, a cocinar, pasando por hinchar las ruedas del coche o clavar un cuadro en la pared. Todas son cosas muy útiles que les servirán cuando sean adultos y se independicen.
Evitaré que vean las películas, los libros o los anuncios de la tele que repiten estereotipos trasnochados: jóvenes que sueñan solo con ser princesas y encontrar su príncipe azul y no con seguir su camino, hombres que deben ser los defensores, ser valientes y jamás manifestar sus sentimientos y toda esas patrañas que vemos constantemente dirigidas a los niños y niñas. Buscaré para ellos cuentos, libros e historias donde las mujeres y los hombres compartan actitudes positivas e igualitarias. Y si por un casual vemos un anuncio o historia de este tipo, lo criticaré en voz alta para que se den cuenta de que así no son las cosas.
Quiero educarles en el respeto, en el diálogo y en la empatía. Que aprendan a escuchar, a tomarse la palabra de una mujer con tanta seriedad como si viniera de un hombre, a saber ponerse en el lugar de la otra persona, ya sea mujer u hombre, lo que hará que en el futuro traten a las mujeres como iguales.
El diálogo y el ejemplo que les demos en el día a día es muy importante en estos casos, porque ellos comprenden y asimilan todo lo que ven. Hay que hacerlo de modo natural y trabajando conjuntamente con el padre. Deben comprender que los padres también tienen que tener su espacio para viajar, trabajar, encontrarse con los amigos y las amigas, y que es importante para el desarrollo personal del padre y la madre.
- Quiero que compartan tiempo y juegos con chicos y chicas. Sé que tienen mucha tendencia a jugar solo con los de su género o con los que tienen aficiones muy similares (y eso los agrupa casi inevitablemente por chicos y chicas), pero también es bueno que aprecien lo divertida que puede ser la diversidad. Las niñas también juegan a fútbol, también hacen judo, pueden hacer todo lo que se propongan, igual que los chicos. Ver cine en familia también puede ayudar. Títulos como Billy Elliot o Quiero ser como Beckham nos ayudan a quitar prejuicios.
Les daré ánimos y felicitaré cuando tengan actitudes positivas que siempre se han considerado masculinas, como la valentía, la decisión o la fuerza pero también reforzaré y apreciaré actitudes positivas que tradicionalmente se han adjudicado a las mujeres, como la paciencia, la ternura o la compasión.
Quiero que aprecien a las mujeres fuertes, inteligentes, bondadosas, y divertidas, y que sean capaz de ver más allá del físico. No creo que llegue a raparme la cabeza como hizo esta madre para enseñarle la lección a su hijo acerca de los estereotipos sobre el aspecto físico, pero trataré de inculcarles ese mensaje en su día a día, fijándonos en los ejemplos que tenemos a nuestro alrededor.
Estaré muy atenta para que no perpetúen comportamientos obscenos y sexuales hacia las chicas. A veces lo dicen sin saber las implicaciones que tiene, los repiten simplemente porque los han visto en su entorno, y los consideramos "juegos de niños" porque son demasiado jóvenes para entenderlos, pero debemos cortar esos comportamientos que no son acoso sexual, pero que pueden degenerar en ello si persisten según van creciendo.
Espero que así podamos fabricar entre todos un futuro más feminista y con menos desigualdades, del que todos saldremos beneficiados.
Fotos | Unsplash Noah Hinton, iStock bowdenimages, iStock omgimages
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