Feminismo, girl power, the future is female, we should all be feminists... Llevamos meses escuchando estos conceptos a todas horas. Meses hablando de empoderamiento, de sororidad, de patriarcado. Palabras que no tenían lugar en los grandes medios, y mucho menos en las conversaciones entre amigos, hasta hace relativamente poco tiempo. ¿Qué ha pasado? ¿Cuál ha sido el detonante de que (¡al fin!) se esté hablando de feminismo, de soluciones a la desigualdad vigente en todo el mundo? 2017 parece haberlo sido. El año que ha empezado a cambiar las cosas. Y hay muchas causas:
Porque se ha puesto de moda
Y sí, lo reconocemos, hemos tardado algo de tiempo en saber si eso era una buena o una mala noticia. Porque no siempre nos encaja la idea de feminismo con una camiseta de lujo (el «We Should All Be Feminists» de Dior). Pero al final... el mensaje feminista en la ropa y los complementos ha bajado al low cost, se ha popularizado y muchas chicas quieren llevar esos mensajes en su día a día. ¿Que puede que no sepan muy bien lo que significan? De acuerdo, pero ya habrá tiempo de aprenderlo. Lo verdaderamente importante es que decir «yo soy feminista» ha pasado a ser motivo de orgullo. Y no olvidamos la época, muy reciente, en que era sinónimo de que nos miraran mal.
Porque invade las campañas de publicidad
No hace demasiado tiempo era común ver anuncios con un sesgo machista horroroso. Y alguno queda hoy en día, pero lo cierto es que cada vez más marcas dan un aire feminista a sus grandes campañas publicitarias. ¿Aprovechando el tirón en beneficio propio? Pues sí, probablemente, pero el mensaje llega al gran público... y eso es lo que importa.
Porque ya no nos importa llevar el feminismo a flor de piel
Literalmente. Los tatuajes feministas se han convertido en una tendencia imparable, que empezó con el ya mítico «Nevertheless, she persisted», y que es una buena prueba de que ya no nos avergonzamos. Al contrario, nos encanta que todo el mundo lo sepa.
Porque la Marcha de las Mujeres sobre Washington lo cambió todo
Sería muy irónico que el movimiento feminista acabe teniendo algo que agradecerle a Donald Trump, pero lo cierto es que su llegada a la Casa Blanca propició las Marchas de las Mujeres, que comenzaron en Washington, se extendieron por todo Estados Unidos y, finalmente, al resto del mundo, en lo que se puede considerar el pistoletazo de salida de este 2017 tan girl power.
Porque el movimiento body positive no deja de crecer
Y eso aligera la presión sobre las mujeres. Se acabó la dictadura de tener que estar perfectas, acorde a unos cánones que no impusimos nosotras. Si hasta Gigi Hadid puede salir sin depilar en una sesión de fotos, ¿qué nos esperará en los próximos meses?
Porque ya no hay lugar para los Harvey Weinsteins de este mundo
La salida a la luz de todos los casos de acoso en los que participó Harvey Weinstein, y que dio lugar a que mujeres y hombres del mundo del espectáculo revelaran a su vez los nombres de sus acosadores, fue el pistoletazo de salida a un movimiento, el #MeToo, que no volverá a permitir que los acosadores salgan indemnes.
Porque no ha habido nadie más importante este año que las mujeres que han roto su silencio
O eso es lo que piensa, al menos, la revista Time, que las ha nombrado «persona del año». Porque ellas pueden cambiar los equilibrios de poder en la industria del entretenimiento y porque abren la puerta a que mujeres anónimas puedan seguir su mismo camino de denuncia.
Porque la sororidad existe
Y se demuestra precisamente en ese #MeToo que, indirectamente, alude a todas las demás mujeres con las que se comparte la desgracia de haberse topado en la vida con uno de esos acosadores machistas. Que la mayoría de actrices que acudirán a los Globos de Oro lo hagan vestidas de negro es una buena muestra de que somos un equipo.
Porque el miedo a denunciar va desapareciendo
Y será un proceso largo, porque las amenazas asustan y denunciar a alguien poderoso (a nivel internacional o, simplemente, en nuestro entorno laboral) da miedo. Pero, si ya las mujeres están denunciando incluso al propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, puede que el miedo esté cambiando de bando.
Porque nos indignan las manadas
Pocas veces hemos vivido un juicio que despertara tantas reacciones y opiniones como el de la violación múltiple supuestamente cometida por la manada los pasados sanfermines. Y las mujeres hemos salido a la calle a defender que, si tocan a una, nos tocan a todas.
Porque los machistas ya no solo nos indignan... ahora también nos reímos de ellos
No hay mejor forma de quedar en evidencia hoy en día que mostrando públicamente actitudes machistas. Y, si no, que se lo digan al diputado polaco que cree que las mujeres deberíamos quedarnos en casa, al inventor de esa supuesta app para evitar denuncias por abusos sexuales, el patético sorteo de un torneo de la ATP usando mujeres en lugar de bolas o un juez de menores diciendo en la televisión pública que las niñas de hoy «se hacen fotos como putas».
Porque sigue existiendo la desigualdad salarial...
...pero ya se han puesto las bases para que se vaya acabando. Porque es algo que no vamos a aguantar para siempre. Ya hay campañas publicitarias para denunciarla, leyes en Reino Unido o Islandia... Ojalá pronto veamos el día en que sea historia para siempre.
Porque los hombres también tienen mucho que decir sobre feminismo
Ellos están al fin empezando a hablar. Y los queremos en la lucha, porque esto no va de la mitad de la población mundial contra la otra mitad. Va de personas justas que buscan la igualdad entre todos los seres humanos... contra los que no.
Porque nunca ha habido tanto protagonismo femenino en el cine y la televisión
Lo vemos cada día, solo tenemos que abrir Netflix o mirar la cartelera del cine para comprobarlo. Desde Wonder Woman a la Doctora Who, pasando por productos específicamente feministas como El cuento de la criada, las mujeres están por fin más presentes que nunca en la ficción.
Porque los techos de cristal empiezan a agrietarse
Aunque la mujer más poderosa del mundo, Angela Merkel, huya de identificarse como feminista, la ruptura de los techos de cristal empieza a verse en casos como el de las mujeres que dirigirán el próximo Foro Económico Mundial de Davos o en la nueva Primera Ministra de Nueva Zelanda.
Porque estamos empezando a conocer a mujeres que han sido visibilizadas sistemáticamente por la historia
Hedi Lamarr, Alice Guy, las arquitectas cuyos nombres nunca figuraron en sus obras y muchas más mujeres que han cambiado nuestra historia. Porque necesitamos que nuestras hijas tengan referentes feministas para que puedan ser lo que ellas quieran.
Porque hasta las princesas han resultado ser feministas
A los 11 años Meghan Markle ya quiso cambiar las cosas.Meghan formará parte de la Familia Real: esta historia de su infancia demuestra que podrá hacer mucho por el feminismo.
Posted by Trendencias on lunes, 18 de diciembre de 2017
Porque los machistas se han enfadado
...y eso es una buena noticia. Significa que algo estaremos haciendo bien. Nunca como este año nos habíamos encontrado una reacción tan frontal a las reivindicaciones feministas. Insultos, utilización de la demagogia más burda e incluso amenazas. Suponemos que es el miedo al cambio. Y solo nos apetece decirles que aún están a tiempo de pensárselo, que el crecimiento del feminismo es imparable y que quienes aún creen en eso de las feminazis pronto serán el hazmerreír de la mayoría de la sociedad por haberse quedado tan atrás.
Imágenes | Gtresonline, Facebook, Wikimedia Commons.
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