¿Seguro que no tienes tiempo para hacer ejercicio? Con el ritmo de vida que llevamos: estudios, trabajo, tareas del hogar, los hijos, burocracia y recados, vida en pareja… No es raro sentir algo así. Terminamos el día agotados, y lo que menos apetece es ponerse a practicar actividad física en el tiempo de ocio. Sin embargo, no tiene por qué tener un gran espacio reservado en nuestra rutina sino que podemos buscarle pequeños huecos. Además de que parezca que el día tiene más horas, te notarás con mayor energía para responder a los esfuerzos del día a día.
Caminar al trabajo
Caminar es una actividad sencilla que todos podemos llevar a cabo y que no solo sirve para quemar calorías, sino que nos mantiene activos y tiene multitud de beneficiosos como propiciar un sueño reparador por la noche. Al andar realizamos un ejercicio aeróbico y anaeróbico bastante completo y efectivo. Además del hecho de que sea una actividad fácil de sostener a largo plazo, resulta más difícil lesionarse y no produce tantas agujetas.
Según los expertos, treinta minutos al día y 10.000 pasos son suficientes para notar las mejoras físicas y psíquicas que produce en nuestro organismo esta actividad, que puede suponer un aumento de 2.000 calorías quemadas a la semana. Existen infinitas maneras de realizar la caminata. El modo paseo y relajado es una de las más practicadas. No obstante, son las caminatas a paso ligero las que más consumo energético conllevan y beneficios tienen sobre nuestra salud cardiovascular: activan la circulación sanguínea, mejoran la capacidad pulmonar y la presión arterial.
Caminar mientras atendemos llamadas telefónicas
Ya sea en la oficina o en casa, aprovechar las llamadas de trabajo que tengamos (o las de ocio) para caminar por la casa es una manera de mantenernos activos casi sin darnos cuenta y de restar minutos a la silla o al sofá.
Limpiar haciendo series
Limpiar es una actividad en la que se realizan muchas sentadillas de forma orgánica. Es decir: flexionar las rodillas y bajar el cuerpo manteniendo la verticalidad, para luego regresar a una posición erguida. Tomando consciencia sobre este hecho podemos entrenar y dejar la casa como los chorros del oro en un 2x1.
Del mismo, puedes limpiar los cristales haciendo movimientos circulares y el aspirador puede convertirse en un accesorio perfecto para tonificar tríceps y curl de bíceps. Solo necesitamos convertir las pasadas en series. ¿Cómo? Haciendo tres o cuatro pasadas con una mano y otras tres o cuatro con la otra. Para llevarlo un paso más allá, podemos incorporar una sentadilla cada cuatro pasos.
Empezar el día haciendo el saludo al sol
Comenzar el día moviéndonos no tiene por que ser difícil, ni duro. Tampoco es sinónimo de empezar haciendo ejercicio intenso. Podemos, por ejemplo, hacer el "saludo al sol", que no nos llevará más de unos minutos. Se trata de una de las secuencias de Yoga más conocidas y más practicadas. A través de las diferentes posturas que forman parte de ella podrás movilizar tu columna y tus articulaciones, que llevan ocho horas inmóviles mientras duermes.
Levántarse cada 45 minutos
En época de trabajo desde casa masivo, muchos corremos el riesgo de no levantarnos para nada durante horas. Si eres de los que se se sienta delante de la pantalla y se les olvida hasta comer, ponte una alarma cada 45 minutos en el móvil, o tira de smartwatch, y levántate.
No necesitamos más que caminar sólo dos minutos por cada hora de inactividad para reducir considerablemente los riesgos. Incluso actividades ligeras como dar unos pocos pasos ayudan para reducir el riesgo de muerte en hasta un 33% como ha probado un estudio realizado por la Universidad de Utah. No obstante, podemos aprovechar un break de 10 minutos para estirar o hacer HIIT.
Elegir las escaleras
Tanto en casa como en el trabajo o en otros lugares, dejar a un lado el ascensor y las escaleras mecánicas y elegir siempre las normales es una de las mejores opciones para movernos más.
Fotos | Unsplash y @oysho
