Receta de alubias blancas con chorizo, el plato tradicional de cuchara que es fácil de preparar y siempre apetece

Hay días en los que el cuerpo nos pide cuchareo del bueno. En esos casos, la mejor respuesta es alimentarlo con un buen plato de legumbres: reconfortantes y perfectos para la ocasión, siempre entran bien. Una de las recetas de este tipo más solicitadas son las alubias blancas con chorizo. Con su puro sabor a tradición es una receta de toda la vida y un auténtico win-win. Y es que, además de ser fácil de preparar, siempre es alabada entre los comensales. Además, estas alubias ganan con el reposo así que recomendamos que las hagáis bien temprano el día que las vais a consumir o, mucho mejor, el día antes.

En primer lugar, pondremos en remojo las alubias la noche anterior para que estén hidratadas. A la mañana siguiente, escurrimos las alubias y las lavamos bien bajo el grifo. Las colocamos en una cacerola y añadimos suficiente agua para cubrirlas.

Llevamos la cacerola al fuego y hervimos. Las alubias soltarán espuma e impurezas que tendremos que retirar. Para ello pasaremos las alubias por un colador, aclararemos debajo del grifo y volveremos a introducir en la olla, esta vez con las verduras lavadas y troceadas. Añadimos también el chorizo, aceite, el pimentón y las hojas de laurel.

Después, cubrimos el conjunto con agua fría y llevamos de nuevo al fuego. Cuando arranque el hervor añadimos medio vaso de agua fría para cortar la cocción. Repetimos la operación un par de veces más. Con esto conseguiremos que las pieles no se desprendan.

Una vez "asustadas" las alubias tres veces, tapamos la cacerola y cocemos a fuego bajo durante una hora y media o dos horas. El tiempo dependerá de las alubias (cuando más viejas, más tiempo necesitarán), lo más conveniente es ir probando para acertar con el punto de cocción.

Retiramos parte de las verduras (o todas) de la cacerola y trituramos junto con un poco del caldo de la cocción. Devolvemos el puré resultante a la cacerola y cocemos unos minutos para que se amalgamen los sabores. Es en este momento cuando añadimos la sal, no antes. Las legumbres tienden a endurecerse si sazonamos al principio del proceso.

También pueden hacerse en olla a presión, en este caso nos podemos saltar el paso de "asustar" las alubias y el tiempo de cocción se reduce a 30 minutos contando desde que el vapor empieza a salir por la válvula (en posición 2).

Por último, un buen pan es el acompañamiento perfecto para este plato. Un pan con buena miga, rústico y mucho cuerpo. Con esto no se necesita más ya que es un plato contundente que se puede servir como único y completar la comida con un postre ligero a base de fruta, yogur o similar.

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Fotos | Directo al paladar