Para las pieles sensibles al sol, la aplicación del protector solar facial es una rutina puesto que seguramente lo utilizan todo el año. Para otros, empezamos a utilizar el protector solar en el rostro desde ya mismo: el sol empieza a picar. Quiero asegurarme que tanto unos como otros los utilizáis en el orden correcto de aplicación.
Alguno pensará: ¿porqué un tratamiento hidratante si ya me aplico la crema solar?. Es una questión de calidad de piel. La función principal del protector solar facial es esa: proteger la piel con los filtros solares que contiene la crema. Puede que no sea suficiente y debas seguir utilizando la hidratante, anti-edad o fluído regulador.
Se complementan, no llegan a sustituirse, es decir, si quieres que tu piel tenga calidad, es mejor que los uses los dos. O bien, utilices la crema solar facial de día y colmen tu piel con un buen tratamiento de noche.
Para utilizar los dos cosméticos durante el día, primero te aplicarás tu tratamiento de día habitual (el fluído para pieles mixtas o la crema de día para pieles sensibles, por ejemplo) y luego el protector solar facial. Éste siempre será lo último que apliques puesto que su función es proteger, hacer una barrera-escudo en tu rostro.
Además, imagina aplicarte la hidratante encima del protector solar. Una simple cuestión de absorción de la piel se impone. Por regla general, el solar es más espeso. Y si la fórmula es waterproof, más argumentos todavía.
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