Los dos últimos años están siendo muy potentes en cuestión de uniones matrimoniales. Especialmente en el universo celebrity y redes sociales, con María Frubies dando ejemplo de boda clásica y elegante en España. Después llegó Chiara Ferragni y sentó el baremo de lo que puede llegar a ser la boda más instagrammeable del mundo. Pero el mundo continuó girando y detrás han venido Marta Ortega, Pilar Rubio o María Pombo. Comparamos cada una de las bodas: ¿cuál sería la vuestra ideal?
María Pombo vs. Chiara Ferragni
La puesta en escena: Coachella vs. la magia del bosque
La estrella fashion de Internet más importante del mundo consiguió crear la boda con más impactos en Instagram de la historia. Y es que la suya es el “sueño para nuevos ricos” definitivo. Porque Chiara Ferragni convirtió su fiesta en un parque temático, en el que no faltaron mascotas que animaran el ambiente, una parque de atracciones y una noria a lo Coachella.
Chiara y Fedez consiguieron lo que parecía imposible: unir una ceremonia religiosa en un pueblo de Italia con una performance en toda regla. La flota de aviones privada, el descenso en columpio sobre los invitados desde las alturas y el hashtag personalizado #TheFerragnez lo demuestran.
María Pombo también tuvo su propio hashtag y está claro que las firmas colaboradoras también estaban presentes en la fiesta. Puede que Dior no le pagara el vestido, pero Agatha Paris corrió a cargo de los regalos. Sin embargo, frente al espectáculo masivo con aires de festival de Chiara Ferragni, María Pombo optó por un escenario muy romántico y mágico. La jaima, las guirnaldas de luces, los menús de tela y las servilletas personalizadas hablan por sí solos: ella quería una boda íntima y con aires idílicos.
Los vestidos: pomposidad vs. clasicismo
La de la pareja italiana fue una boda hecha por y para las redes sociales en la que amortizaron hasta ese vestidazo maravilloso de encaje de Dior (si es que lo hubiera pagado ella). Un diseño clásico de princesa muy romántico con falda intercambiable, que se hacía minivestido cuando Chiara quería moverse con mayor libertad.
Frente a ese diseño repleto de encaje y alta costura, María Pombo escogió un diseño de cuello halter muy minimalista y ajustado, que nada tenía que ver con el detallismo del de Chiara Ferragni. Ambas llevaron sobrecapas: la it girl italiana una falda de tul hiperbólica de quita y pon, mientras que la instagrammer española escogió un abrigo de pedrería muy elaborado.
Los regalos de los invitados: las Pringles de Chiara o los detallitos de María Pombo
Eso sí, de algún sitio había que recortar presupuesto en la fiesta Ferragnez y fue de los regalos a los invitados: patatas fritas, caramelos y una botella de agua personalizada. Y van que chutan. Si tenemos que escoger nos quedamos con los detallitos de María Pombo en su boda, que son una absoluta monería.
Colgantes de Agatha Paris para las mujeres y perfumes de Jo Malone para los hombres. Y para Laura Escanes que está esperando a su hija Roma, un regalo personalizado que demuestra el cariño y la atención que la pareja ha puesto en sus asistentes.
María Pombo vs. Marta Ortega
La puesta en escena: un romanticismo en común
La de Marta Ortega fue una boda de burgueses de las de verdad. Porque con la cuenta bancaria que tiene la heredera del Imperio Inditex, podrían haber comprado toda A Coruña para montar su fiesta particular de tres días. Pero escogieron el centro hípico Casas Novas, propiedad de Amancio Ortega. Ellos fueron muy privados con sus nupcias, sin ningún tipo de presencia viral en redes sociales. ¿Para qué? Ellos no viven de los clicks en Instagram.
Eso no les impidió montar su propio festival de música particular, con cantantes de la talla de Norah Jones, Jamie Cullum y Chris Martin poniendo la piel de gallina a los invitados. Ni norias gigantes ni una flota de jets privados. El lujo más comedido y elegante de la boda civil de Marta Ortega estaba en detalles como la tarta del famosísimo pastelero belga Cédrid Grolet y en la lista de invitados, con celebrities de la talla de Gwyneth Paltrow, Amaia Salamanca o Eugenia Silva entre ellos.
Si hay alguna boda que se parezca a la de María Pombo en cuestión de puesta en escena es la de Marta Ortega. Será cosa del norte, pero ambas lo celebraron con luces románticas colgando de los árboles y poniendo atención a los detalles. Eso sí, el nivel de la música era muy complicado de alcanzar. Frente a los músicos internacionales de la heredera de Inditex, María Pombo tuvo a Pol 3.14 y a su amigo Luc Loren pinchando en directo.
Los vestidos: minimalismo sí, pero salvando las distancias
Si alguien ha sorprendido con su vestido de novia en los últimos años es la hija de Amancio Ortega. Porque contra todo lo esperado, ella hizo gala de su estilo sencillo y minimalista hasta el día de su boda. Marta Ortega se casó en Galicia en noviembre y la cosa no estaba para ir en tirantes.
Algo que ella solucionó con mucho savoir-faire y la ayuda de Pierpaolo Piccioli para Valentino, que diseñó un traje de dos piezas de alta costura, con una blusa plisada de cuello alto y una falda larga de líneas depuradas y lazo rosa. No solo modernizó su estilismo, también el velo recogido con una corona de flores silvestres. Arriesgada, diferente y muy sencilla, lo cual nos encantó.
El vestido de Marta Ortega y el de María Pombo no tienen absolutamente nada que ver. No son el mismo estilo, los mismos colores o la misma sofisticación. Es cierto que ambos tienen un toque minimal una vez que la joven instagrammer se quitó el abrigo de abalorios, pero con ese diseño tan ajustado se aleja mucho de la elegancia atemporal de la hija de Amancio Ortega.
Los regalos de los invitados: la atención al detalle brilló en ambas celebraciones
Marta Ortega quiso sorprender a sus invitados con un regalo un poco más elevado que el de Chiara Ferragni. Porque lo de las patatas fritas y los caramelos está genial para tener algo que comer a las 6 de la mañana después de tanta fiesta. Pero caduca y te quedas sin recuerdo de boda. Por eso la heredera de Zara escogió un estuche de cuero con un labial de la firma sostenible La Bouche Rouge Paris. Y si no eres de maquillarte mucho, también había un bolsito nude con las iniciales de la pareja para que los invitados se llevaran a casa.
Los detalles personalizados tampoco faltaron en la boda de María Pombo. Pero en vez de poner las iniciales de la pareja, ella puso en sus servilletas las de cada invitado. Así te las puedes llevar a casa y presumir de elegancia en la mesa. También hubo cosmética en la boda cántabra en forma de perfumes masculinos y hasta joyitas para las mujeres. Es cierto que el labial de Marta Ortega es una pasada, pero ambas estuvieron muy igualadas con los regalos de los invitados.
María Pombo vs. María Frubies
La puesta en escena: la personalización de María Pombo nos enamora
La instagrammer María Frubies se casó en una boda religiosa clásica en el centro de Madrid. Misa en la Iglesia de Santa Bárbara en el barrio de Alonso Martínez y convite en Casa Mónico, a las afueras de la capital. Ambos lugares unos de los más populares entre las novias, por su belleza, elegancia y fotogenia. La puesta en escena fue muy tradicional, con banquete en mesas redondas, imágenes muy otoñales en el jardín del enclave y baile de novios.
Por supuesto, ambas bodas eran carne de Instagram y estaban llenas de las chicas de moda españolas. Pero las bodas no pudieron ser más diferentes una vez hicieron su salida de la iglesia. Porque María Frubies se casó en un espacio ya preparado para banquetes y celebraciones, por lo que el nivel de personificación del sitio llega hasta cierto punto y no permite demasiados detalles ni variaciones. Mientras, María Pombo triunfó con la decoración más silvestre y mágica en mitad del bosque, entre plantas colgantes y bombillas tililantes.
Los vestidos: minimalistas y con abrigos, pero muy diferentes
María Frubies tiene un estilo muy femenino y clásico, algo que también se reflejó en su vestido de novia. Porque la it girl escogió un diseño liso muy minimalista de From Lista With Love. Un look que tuvimos que esperar a la celebración para poder ver. Porque María Frubies se casó en el mes de febrero y cubrió su vestido con un abrigo de corte recto con cola y volantes.
Ambas dejaron el velo a un lado y decidieron no cubrirse la cabeza y presumir de melena. Y las dos optaron por diseños lisos y abrigos por encima. Pero el de María Frubies era liso y con detalles de volantes, mucho más sencillo que la propuesta semitransparente cubierta de joyas y brillos de María Pombo. Lo mismo ocurre con los vestidos: el de Frubies resulta mucho más nupcial, el de Pombo ajustado y con escote halter es más moderno y podría utilizarse en una cena de gala o red carpet.
Los regalos de los invitados: imposible hacer una comparativa
El efecto Instagram que se encargó de que el mundo entero supiera lo que los invitados de Chiara o Marta Ortega habían recibido como recordatorio de la boda no funcionó en las nupcias de María Frubies. Porque a pesar de tener una lista de asistentes repleta de it girls e instagrammers, ninguna de ellas publicó imágenes sobre los regalos de los invitados. Y eso que pasaron la tarde entera retransmitiendo los detalles de la fiesta.
Por su parte, María Pombo si quiso agasajar a todos los asistentes con recuerdos de su unión. Perfumes, joyas, detalles personalizados…imposible comparar con los de María Frubies porque no sabemos cuáles fueron, pero los de María Pombo nos encantan.
María Pombo vs. Pilar Rubio
La puesta en escena: tipis y luces que no tienen nada en común
Pilar Rubio y Sergio Ramos se marcaron un Ferragnez a la española, convirtiendo su boda en una excusa para presumir de fiesta con todo lujo de detalles. Si Chiara Ferragni quiso emular un escenario de Coachella, Pilar Rubio no fue menos. La finca donde celebraron la unión después de la boda religiosa lo tenía todo para ser un parque de atracciones: noria, coches de choque, unicornios, tipis indios y un decorado de neones al estilo Grease que se extendió por todo el pueblo.
Tampoco les faltó el momento performance, en donde la pareja futbolera subió la apuesta al columpio de Chiara y Fedez. Porque ellos aparecieron subidos en un dragón, que sobrevoló a sus invitados para entrar en la finca en medio de un espectáculo de luz, sonido y fuegos artificiales. Todo ello al ritmo musical de Ketama, Niña Pastori y Europe y su Final Countdown, muy del gusto heavy de Pilar Rubio. Por supuesto, no podemos olvidar el veto de colores de los invitados, de la mayoría de edad y de los móviles y cámaras. Un bombazo de excentricismo que dice “ostentoso” a gritos.
Esta puesta en escena pensada por y para el espectáculo más exacerbado dista muchísimo del carácter hogareño y acogedor que María Pombo consiguió con su carpa, en la que todos los invitados cenaron bajo luces íntimas y mucha vegetación. Son dos celebraciones muy diferentes: la pareja futbolera se vino arriba y creó un parque de atracciones; la instagrammer prefirió el romanticismo más discreto.
Los vestidos: un embellishement explosivo vs. otro mucho más tradicional
El vestido de Zuhair Murad es quizá el más excéntrico de todos. Porque Chiara y María Frubies fueron clásicas y muy sofisticadas. Incluso Marta Ortega con su traje de dos piezas hizo gala de muchísima elegancia. Pero Pilar Rubio se recreó con su diseño repleto de lentejuelas y espejos que no pasaba desapercibido. Por el exceso de brillo, por los incomprensibles complementos y porque ella apostó más por el toque sexy y exuberante que por la delicadeza y la sofisticación.
En comparación con Pilar Rubio, el vestido que escogió la instagrammer española es de lo más diferente. A pesar de que ambos estilismos llevaran embellishement y brillos. Y a pesar de que ambos vestidos fueran ajustados y marcaran su figura. Pero no tenían nada que ver, desde los escotes a la caída del vestido o los accesorios que lo elevaban. Porque la presentadora iba explosiva, María Pombo iba clásica y más discreta.
La recena de los invitados: ¿churros o McDonald's?
El recuerdo de Pilar Rubio y Sergio Ramos va muy acorde a la personalidad y estilo que demostraron con su boda. Y es que si tuviste la suerte de ser invitado a la ceremonia del año te llevaste contigo a casa una estatuilla de un unicornio con el nombre de la pareja. Pero eso no es todo, porque también les han dado una botella del aceite virgen extra andaluz Oro Bailén personalizada, considerado el mejor del mundo. Y a los fiesteros que aguantaron el tipo all night long, Pilar Rubio y Sergio Ramos les obsequiaron con un buen chocolate con churros a la española. ¡Mejor que en fin de año!
En la boda de María Pombo no hubo mejor aceite del mundo ni estatuillas de cristal para poner encima de la chimenea. Pero sí hubo uno de los perfumes que mejor huele del mundo en nuestra opinión. Y colgantitos de lunas y estrellas con aires místicos que poco tienen que envidiar al unicornio de Pilar Rubio. Y también hubo de recena de manos de McDonald's, que cualquiera que haya bailado y bebido hasta las 7 de la mañana sabe que entra mucho mejor que un chocolate caliente. ¡Nos quedamos con los Happy Meal de Pombo!
Fotos | Gtres, @martalozanop, @chiaraferragni, @lucloren, @sonlagore, @lauraescanes, @coldplayspain_, @teresaandresgonzalvo, @mariafrubies, @pilarrubio_oficial, @dr.carlabarber.
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