En esta vida todo tiene su fin... A pesar de que Shonda Rhimes se niegue a aceptarlo y siga temporada tras temporada deleitándonos con nuevos capítulos de Anatomía de Grey (¿dónde se esconden esos médicos? Se merecen un monumento). Pero así es, hasta las historias de amor más bonitas, puras y reales tienen que despedirse para siempre. Como si de una novela griega se tratara decimos ¡adiós! a cosas que nos gustaban y a otras que dejaron de hacerlo. Y hoy podemos decir que estamos en las puertas de un inminente hasta luegui a los blogs de moda.
La máquina de hacer churros se ha renovado y ahora son otras maneras más directas, y porqué no decirlo, más fáciles para hacer dinero rápido. La gente no tiene tiempo que perder y no quiere pasarse horas frente a un ordenador mirando un outfit desde distintas perspectivas. Instagram, Snapchat o Youtube han logrado acaparar todas las miradas y las que empezaron como bloggers de moda ahora gozan de otras etiquetas más actuales. Instagramer, youtuber, influencer... ¿Blogger...who? Parece que la ley del mínimo esfuerzo impera en estas redes sociales, pero lo cierto es que son las propias marcas las que han provocado esta evolución. Ya no exigen contenido: quieren llegar a cuánta más gente posible de manera real y al instante. Es por eso que no nos debemos extrañar si un día entramos en The Blonde Salad y nos damos cuenta que ha pasado de blog a web y sus looks no se renuevan desde mediados de abril. La propia autora de After DRK se despedía en el mes de marzo para dedicarse a su cuenta personal de Instagram y tener tiempo para otros negocios con más visión de futuro. He aquí el comienzo del fin.
Sus inicios, ¿cómo fueron?
Los inicios de los blogs tienen un nacimiento previo a blogspot. La mayoría de estas chicas ya sentían un afán de protagonismo o de dar a conocer su día a día en lo que todavía no se conocía como redes sociales y posteaban lo que les parecía en MySpace -parece que hablemos de cuando se inventó la rueda, pero éste empezó a crecer en 2006, justo hace 10 años-. Entre aquel año y 2008 se empezaron a abrir blogs de moda que más tarde se convirtieron en referentes: The Sartorialist, Fashiontoast, Style Bubble... Y de ahí al estrellato: mientras que al principio se les consideraba una parte del mundo de la moda freak y casposo pronto las firmas vieron el potencial que tenían esas páginas. Las invitaciones a eventos y los continuos regalos provocaron un aluvión de bloggers con ansias de triunfar. Twitter fue una plataforma que las ayudó a despegar con los retweets de marcas y revistas de moda... Y a partir de entonces aparecieron los posts patrocinados y pagados. He aquí el desbarajuste donde esas chicas con identidad propia dejaron a un lado sus valores y vendieron su alma al diablo -¿quién no lo hubiese hecho?-. Y la autora de Man Repeller, Leandra Medine, así se lo confesó a Alexa Chung en un reportaje de lo más interesante.
Instagram, el asesino a sueldo de los blogs
Quizás no hay un solo culpable de que los blogs de moda vayan desapareciendo progresivamente, pero si debemos señalar a uno solo lo hacemos con contundencia y énfasis: Instagram. Esa app directa que te conecta con todo el mundo a través de fotografías y permite expresarte con likes y comentarios. Jamás algo tan sencillo había dado tantos frutos... La palabra egoblogger quedó decadente y lo que se lleva ahora es ser instagramer. He aquí donde las nuevas generaciones se subieron al carro haciendo lo mismo que las anteriores -las madres de toda esta evolución- pero de manera renovada y a veces mucho más eficaz. ¿El perfil que triunfa? Chicas fotogénicas, con una vida (aparentemente) de lo más interesante y ajetreada donde la ropa de firma es una constante.
Aunque no debemos dejar a lado Youtube, ese canal que nació para colgar vídeos de todo tipo y pronto nacieron celebrities de todos los ámbitos. Cabe recordar que Justin Bieber lo encontraron por ahí... ¿Quién lo diría? Youtubers e instagramers luchan por tener el poder total de las redes sociales, pero no saben que juntos forman la coalición perfecta: influencer. ¿Moverán tantas masas como prometen o es solo pura fachada alimentada por la compra de seguidores? He aquí la eterna duda.
La evolución de la blogger
Podríamos decir que la evolución de la blogger pasa por distintos estadios, pero el final es el mismo: empresaria de éxito. Todas y cada una de ellas han terminado con un negocio que les está aportando mucho dinero y les deja un futuro más que prometedor. Mientras que Chiara Ferragni entraba en la lista Forbes gracias a su Chiara Ferragni Collection, Rumi Neely ha lanzado una firma de ropa como lo hizo en su día su compañera de batalla Julie Sariñana. Pero no son las únicas: Leandra Medine ha lanzado un libro y su web es un referente en el sector, Kristina Bazan firmó un contrato millonario con L'Oréal y lo mismo hizo Aimee Song con la firma de cosméticos Laura Mercier. Aquí quién no recoge su premio es porque no se lo merece... O porque no ha hecho los contactos que debía.
¿Qué será lo próximo?
He aquí la pregunta que nos viene a la mente siempre que pensamos en el futuro: ¿qué es lo próximo? Todo puede ser, y por lo visto el tren no pasa una sola vez. Así que estemos atentos al mañana, quién sabe, quizás nuestra fama todavía está por estrenar. Por el momento, queda esperar y prepararnos para el porvenir.
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Fotos | We wore what, The blonde salad, Style Scrapbook, Amlul, Fashiontoast
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