Las letras de las canciones de Lana Del Rey siempre han estado muy próximas a la literatura. Destacan por su potente atmósfera y personajes romantizados y, de hecho, en ellas son recurrentes sus referencias a escritores como Nabokov, Sylvia Plath o Bukowski. No es de extrañar porque la cantante neoyorkina, además de componer, también escribe poesía. Lo sabíamos por los poemas que a veces comparte en Instagram y por el poemario Violet Bent Backwards Over the Grass que se publica esta semana en español, coincidiendo por muy pocos días de diferencia con el lanzamiento de su último disco, Chemtrails over the Country Club.
Aunque, en un principio, quiso autopublicarlo y venderlo por el módico precio de un dólar (que al cambio sería menos de un euro) porque, según ella misma, sus pensamientos no tenían precio, finalmente Simon & Schuster se hizo con los derechos y lo editó en septiembre del año pasado en un precioso volumen de tapa dura. Elizabeth Grant, por su nombre real, donó la totalidad del anticipo a la Nación navajo, una reserva india de Estados Unidos.
A España, no obstante, llegará el próximo miércoles (31 de marzo) traducido por la poeta Elvira Sastre y publicado por Libros Cúpula en una honesta y bellísima edición también en tapa dura que incluye páginas manuscritas, textos añadidos con la caligrafía de la cantante y fotografías originales.
Violet hace el puente sobre la hierba es el título en español del debut literario de la, aclamada internacionalmente, cantante estadounidense. Del Rey ha publicado, hasta la fecha, ocho álbumes de estudio, por los que ha estado nominada a los Premios Grammy hasta en seis ocasiones y de los que ha vendido más de 32 millones de discos en todo el mundo.
Su primer poemario, no obstante, es una obra íntima que abarca los sentimientos más profundos de la artista. Incluye más de 30 poemas que revelan una mirada con una sensibilidad afilada y que se ilustran con una colección de fotografías inéditas sacadas directamente de la cámara de la autora.
En las páginas de este libro, Lana deja totalmente libre su creatividad para contar, a veces a través de poemas y a veces en forma de haikus, sus vivencias, a medio camino entre ficción y realidad. Con ella nos transportamos al momento exacto en que sucedieron las cosas, a ese momento en el que el reloj marcaba una hora muy concreta y a su alrededor surgían conversaciones. El resultado es un maravilloso paisaje poético.
Violet hace el puente sobre la hierba (Música)
Mecanografiados y escaneados digitalmente, los escritos conservan los errores tipográficos corregidos con bolígrafo, las líneas torcidas o incluso las manchas de café. Poemas como Nunca al cielo, La tierra de los mil fuegos, LA ¿quién soy yo para amarte? pueden leerse en su versión original y traducidos. En sus versos se siente deudora de algunos referentes como Allen Ginsberg, que le impresionó mucho en sus tiempos de estudiantes, o Silvia Plath.
Lana del Rey ha confesado que la escritura de estos poemas fue algo accidental durante una época en la que se tomó un descanso. Pese a su primera intención de “no dedicarse a nada creativo”, los versos la sorprendían y no podía resistirse a la tentación de escribirlos. Fue un año después cuando se dio cuenta de que, con las fotos que había estado tomando de los lugares donde pasa la mayor parte de su tiempo, desde Vernon hasta San Pedro, tenía un libro completo. El que pronto podremos tener en nuestra mesita de noche.
Fotos | @lanadelrey y Libros Cúpula.
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