¿Os imagináis una casa donde todas sus puertas son correderas para dividir las estancias al gusto de cada uno? Así es esta vivienda unifamiliar situada en la falda de Monte Igueldo, San Sebastián. La arquitecta de esta casa es Elena Salegui donde la ha provisto de puertas correderas y batientes.
De esta manera la vivienda puede dividirse en merced de cada uno y crear espacios más abiertos o cerrados según el día o el gusto de la persona. En su interior son pocos los materiales empleados: paredes en color marfil y blanco, y suelos, escaleras y puertas Ego en madera de Cabreuva.
La sencillez se fusiona con la modernidad para crear un ambiente tranquilo en una casa donde la innovación es una de sus premisas principales. ¿Qué os parece el resultado final?
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