Hotel Bahía del Duque, disfruta del buen tiempo en Tenerife

Lo reconozco, mi isla me encanta, así que no soy objetiva del todo al hablaros de ella, pero sí un testigo directo. Os diré que tenemos una temperatura media muy agradable, unas playas espectaculares, unas maravillas naturales que hay que ver al menos una vez y cada vez, más hoteles de lujo, pensados para turistas más exclusivos.

El Hotel Bahía del Duque, donde he tenido el placer de estar (y recalco lo de placer) es uno de los primeros hoteles de este estilo en la isla.

Situado en el sur, con más de 300 habitaciones, divididas en varios complejos y varios restaurantes con comida que va desde la más típica a la de otras zonas de mundo, es el lugar perfecto para disfrutar de unas vacaciones en la isla.

Aunque es un hotel relativamente nuevo al compararlo con otros de los que os hemos hablado, su arquitectura se basa en la tradición canaria del siglo XIX, viéndolo desde fuera es toda una maravilla de colores, palmerales y océano, de hecho se encuentra justo al lado de la playa del Duque.

Como os he dicho está dividido en varios sectores, unos 20 edificios, que harán que a pesar de todas sus habitaciones, la estancia te resulte ligera y nada recargada, además dentro de la estructura del hotel hay grandes jardines tropicales, parques para los que van con niños o quieren pasear y varias zonas de piscinas, gimnasio, pistas de deporte, Spa,... e incluso organizan múltiples actividades tanto fuera como dentro del hotel para que tus vacaciones sean lo más completas posible.

¿Lo único que no me gusta? Pues que es un hotel de vacaciones, sólo para eso, está muy lejos del resto de la isla, tienes todo lo que necesitas a dos pasos para pasar una semana, o un mes agradable, tomar el sol, bañarte en la playa o jugar al tenis con tus amigos, pero estás lejos de cualquier centro cultural o de ocio que no pertenezca al hotel, a no ser claro las pistas de golf, 7 en las proximidades del hotel.

¿Lo más que me gusta? Pues que si viajas con niños no tendrás que preocuparte de nada porque tienen sus propias actividades y servicios para cuidar de ellos y que los papás puedan pasar unas vacaciones tranquilos.