El mundo se hace cada día más pequeño y viajar al otro lado del planeta a un país como Japón es una opción cada vez más escogida por los viajeros ávidos de la experiencia de una cultura dispar a la nuestra.
Japón es el país del cómic, del sushi, de las geishas y templos budistas y sintuistas pero hay que recordar sobretodo que no saben vivir sin reglas sociales estrictas que habrá que conocer y seguir si no queremos faltar a nadie o hacer el ridículo más espantoso.
La casi folklórica imágen de personas que van por la vida con una mascarilla de algodón en la cara porque están resfriados es tan cierta como llamativa para nosotros: ya que ellos hacen un esfuerzo para no contagiarnos e indicarnos que mejor no nos acerquemos mucho, nosotros haremos un esfuerzo por no mirarlos embobados como si fuera carnaval o un estraterrestre.
Porque, claro, que existan reglas sociales a seguir no quiere decir que vayan a ser glamourosas. Son muy ceremoniosos en la mesa o a la hora del té pero ir por la calle borracho de sake a la salida del trabajo es totalmente compatible.
Mosky en Mensencia te habla del espacio vital interpersonal en este interesantepost. Pues en Japón ya puedes añadir más y más porque ese espacio es enorme y traspasarlo no sólo es de mala educación sino que incomodas mucho a tu interlocutor.
Comer por la calle está mal visto pero hay muchos puntos de comida para llevar tipo chiringuito cosmopolita que seguro tienen bancos públicos a su alrededor: es un rincón al aire libre donde puedes realizar cualquier acción de emergencia como ponerte una tirita.
Sonarse en la calle (aunque sea discreto) es considerado una desfachatez pero, por descaro, prueba a no seguir la linea estricta y ordenada de una cola, especialmente para cruzar la calle (hacen cola para eso también) o en el andén esperando el tren: te expones a una reprimenda, seas extranjero o no.
Lo tradicional sobre quitarse los zapatos ya lo hablamos y sobre qué hacer cuando recibes un obsequio, también.
He pensado que os podría interesar lo siguiente si realizáis visitas por trabajo en oficinas a menudo. En Japón, cuando te desplazas a otra ciudad o vas de visita a un lugar muy concreto, ya sea por trabajo o placer, es muy bien recibido por parte de los demás compañeros llevar alguna especialidad gastronómica a la vuelta. Bombones, galletas, dulces: da lo mismo lo que sea, es un detalle que aprecian mucho.
Por supuesto, que en ciudades concurridas por occidentales como Osaka y Tokio, ya están más acostumbrados a las distintas costumbres culturales. Pero siempre es una satisfacción personal poder acertar el comportamiento del lugar de acogida. No tanto porque vaya a ser una falta de educación (se ve a la legua que eres extranjero) sino por transmitir cierto respeto a la suya. No cuesta mucho y te ganas siempre una pequeña sonrisa, que a veces puede ser muy difícil.
Y quitarse los zapatos viajando en elshinkansen mientras comes tranquilamente en el tren es de lo más normal.
Fotos | Susana Font
En Embelezzia | Qué NO hacer si te dan un obsequio en Japón, Quitarse los zapatos en Japón es de etiqueta obligada
En Diario del viajero | Viajar a Japón: Kyoto