La heroica historia de Isabel Zendal: de campesina pobre a primera enfermera de la historia en una misión internacional de vacunación

Isabel Zendal ha estado en boca de todos desde que se inaugurara, a finales del año pasado, el hospital de emergencias para crisis pandémicas del Servicio Madrileño de Salud que lleva su nombre. Sin embargo, aunque haya copado titulares de periódicos y resonado en noticiarios ligado a la crisis del coronavirus, es probable que esto último haya eclipsado la pregunta de quién fue aquella mujer declarada por la OMS como la primera enfermera de la historia en misión internacional. Te contamos su apasionante historia con la que salvó millones de vidas.

En los últimos días, se ha viralizado en WhatsApp el vídeo de una plataforma de de free tours en el que se dramatiza la vida de la gallega para promocionar la ruta que, a partir del 5 de marzo, le dedicarán en A Coruña. No obstante, si te pilla un poco lejos, sigue leyendo para descubrir un viaje trasatlántico a la altura de los de Marco Polo, Cristóbal Colón o James Cook pero que la historia había mantenido relegado a un segundo plano.

Real Expedición Filantrópica de la Vacuna

La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna se considera la primera expedición sanitaria internacional de la historia. Fue una misión española que en el siglo XIX ayudó a controlar la expansión de la viruela en el mundo. Una enfermedad con una elevada tasa de mortalidad que, para hacernos una idea, en el siglo XVIII se cobró la vida de 60 millones de personas en Europa.

Por suerte, en 1796 el británico Edward Jenner creó la primera vacuna moderna contra la viruela y el 30 de noviembre de 1803 Isabel Zendal zarpó a bordo del barco María Pita, junto a otras 36 personas, desde el puerto de A Coruña para llevarla a los territorios españoles de ultramar. Financiada por el rey Carlos IV, cuya hija había muerto a causa de esta enfermedad, la misión estaba dirigida por el doctor Francisco Javier Balmis y el cometido de la enfermera era el de cuidar a los 22 niños huérfanos (además de su propio hijo) que llevaron el suero de la vacuna en sus propios cuerpos para que pudiera llegar hasta América y Asia. El más pequeño de ellos tenía tres años y el mayor nueve y puede decirse que fueron los grandes protagonistas de la primera campaña mundial de vacunación.

Mucho más que un hospital

Isabel Zendal nació en 1771 en Santa Marina de Parada, una parroquia del municipio de Órdenes, en A Coruña. Sus padres eran campesinos pobres y a los trece años esta situación empeoró cuando perdió a su madre a causa de la viruela. Ella fue la única niña que iba a clases particulares con el párroco de su pueblo y a los veinte ya trabajaba en el Hospital de la Caridad de la ciudad, donde con la llegada del siglo XIX sería nombrada rectora de la Inclusa, dónde se recogía y criaba a niños huérfanos.

Crió a su hijo Benito como madre soltera y tres años después de estrenarse en su nuevo cargo se enroló en la misión para llevar la inmunidad de rebaño en medio mundo. Esto sucede cuando las personas vacunadas protegen a los que por algún motivo no pueden vacunarse e impiden, así, que la enfermedad siga propagándose. Durante una década, la expedición transportó la vacuna, distribuyó copias de manuales para la vacunación y creó juntas locales para llevar a cabo el proceso.

No obstante, la travesía no fue un camino de rosas. En aquella época, los viajes eran lentos y las rutas tortuosas y sus integrantes pasaron muchas dificultades. Uno de los médicos murió a los 33 años en mitad de la misión con una lesión grave en la mano, habiendo perdido la visión de un ojo y muy enfermo. Aunque se sabe que siguió vacunando hasta su muerte. Zendal consiguió mantener a todos los niños, exceptuando a uno de ellos, con vida y con buena salud hasta el final.

Esta fue también la primera vez que una mujer percibía el mismo sueldo que los demás enfermeros hombres. Al terminar el viaje, ni Isabel ni su hijo volvieron a España y se quedaron en México, donde siguió ejerciendo de enfermera. En 2016, TVE estrenó la miniserie 22 ángeles, donde la actriz María Castro se metió en la piel de la heroica enfermera. Además de este homenaje, en la calle Victoria Fernández España de A Coruña hay una escultura dedicada a ella.

Fotos | RTVE.

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