Perdido en un buen libro. Pero de cabeza. Eso es lo que nos pasa a muchos de nosotros en el mismo momento que cae ese volumen tan especial en nuestras manos y no podemos soltarlo ni hacer otra cosa hasta llegar a la última línea.
Pero a veces, esa obsesión puede ser mucho peor. Ese libro puede convertirse en El Libro con Mayúsculas. El lugar en el que nos refugiamos cuando más lo necesitamos, la historia de la que no nos podemos cansarnos, nuestro más íntimo amigo y confidente, etc. Para llegar a ese punto antes hay que pasar por unas cuantas fases.
Fase nº 1: el amor a primera vista
No sabes exactamente qué es, y en este caso las hormonas no son culpables de nada, pero hay algo en la portada o en la sinopsis de este libro la primera vez que lo encuentras en la estantería que te atrapa como una araña en su tela. Y no tienes más remedio: te lo tienes que llevar a casa.
Fase nº2: el descubrimiento
Desde la primera línea no puedes dejar de leer y cuando no puedes seguir (porque tienes que hacer otras actividades humanas como comer, trabajar, dormir o caminar por la calle sin que te atropelle un camión) sólo piensas en seguir leyendo. Incluso sueñas con la historia.
Fase nº3: el insomnio
Es necesario renunciar a esas horas de sueño si quieres saber cómo termina la historia ya mismo. Al fin y al cabo, pasarse unos días sin pegar ojo tampoco es tan malo, ¿verdad?
Fase nº4: la morriña
Por fin has terminado el libro. Y confirmado: era tan maravilloso como habías pensado desde el principio. ¿Lo malo? Que ahora te sientes como perdido, sientes un vacío en tu interior y como que te falta algo. Y, claro, no estás preparado para sufrir esa separación.
Fase nº5: el reencuentro
Te lo has releído ya tantas veces que te sabes pasajes enteros de memoria y a veces los recreas en tu imaginación, los utilizas como comodín en cualquier conversación y algunas frases hasta se han convertido en el lema por el que riges tu vida entera.
Fase nº6: la obsesión compulsiva
Hablas libro todo el rato, respiras libro y tu historial de búsquedas de Google es un poquito -ejem- monotemático. Sigues al escritor por Twitter, le elogias y le piropeas todo lo que puedes con la esperanza de que escriba una segunda parte igual de perfecta y tú puedas volver a revivir las mismas emociones una y otra vez.
Fase nº7: fan total
Menos mal que no estás en el jurado del Premio Nobel... o ahora mismo te dejarías llevar "un poco demasiado" por tus sentimientos exacerbados y le otorgarías al autor de tu libro favorito todos los premios en todas las categorías. Le sigues en Twitter, le mandas a diario piropos y mensajes comentando su obra y dejas un rastro de puntuaciones, estrellas, likes, me gustas y lo que hagas falta en todas las redes sociales que existen.
Fase nº8: el anhelo
La desesperación se ha adueñado de ti y si no puedes leer una segunda o una tercera parte, te conformas con leer cualquier cosa que esté relacionada de alguna manera con tu novela: ensayos, artículos, críticas de otros lectores, fan fiction, etc. Cualquier cosa valdrá si con ello puedes volver a revivir las mismas emociones, volver a sentir lo que sentiste cuando leíste el libro por primera vez.
Fase nº9: las comparaciones son odiosas
Ningún libro se puede comparar con tu favorito. Y mira que has buscado sustitutos y cada vez que entras en una librería tienes sentimientos encontrados: por un lado, tu corazón busca un sustituto, otro libro nuevo y desconocido que te haga sentir igual que aquella primera vez. Por otro lado, te sientes como si estuvieras engañando a tu libro y con la seguridad de que por mucho que se esfuercen jamás volverán a escribir una historia a su altura. Y es que es verdad.
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