A estas alturas del día estaréis hartos ya de leer artículos sobre el Blue Monday, como se supone que es el día más triste del año y qué podemos hacer para sobrellevarlo lo mejor posible. Especialmente después del año tan complicado que ha sido 2021.
En otros casos habréis visto ofertas para hacer de este día un poco mejor y buscar maneras de dejar de estar colectivamente tristes. Si hoy no te sientes especialmente triste, es más, incluso estás contento, no te pasa nada grave. Y es que, en realidad, el Blue Monday no es el día más triste del año. Pero, aunque lo fuera y tú realmente lo estuvieras sufriendo, tampoco hace falta dejar de estar tristes. Démosle, por fin, el valor que tiene a la tristeza.
El Blue Monday: una de las campañas de publicidad más exitosas
Efectivamente, en su origen, el "Blue Monday" se trataba de una campaña de publicidad creada en 2005 por un canal de televisión y agencia de viajes llamado Sky Travel. Esta campaña la realizó la agencia de comunicación Porter Novelli para intentar contrarrestar la disminución en reservas que habían tenido durante el año anterior.
Esta agencia sugirió la idea de determinar que uno de los días de enero (ahora sabemos que el tercer lunes del mes sería el gran afortunado) era el día más triste del año. Aceptada la idea desarrollaron un estudio con fórmulas matemáticas en las que indicaron que al ser lunes, hacer mal tiempo, haber gastado mucho en rebajas y Navidad y no haber cobrado todavía, haber empezado a fracasar en los propósitos de Año Nuevo y que haya poca motivación, hace de este día el más triste del año.
Posteriormente, pidieron a varios psicólogos que, de manera remunerada, firmaran el estudio como si lo hubieran realizado ellos. Cliff Arnall, un tutor que trabajaba a tiempo parcial en la Universidad de Cardiff, aceptó firmarlo haciéndolo pasar como suyo. Solo podemos imaginar cuánto cobraría por ello. Por supuesto, en la nota de prensa en la que informaron sobre este hallazgo sugerían que la mejor forma de superarlo era hacer un viaje. Con Sky Travel, por supuesto.
Independientemente de si las reservas de viajes subieron para la empresa o no, no se puede negar que fue un éxito de campaña. Ya que, 16 años después, seguimos viendo ese mensaje repetido una y otra vez, de manera global. Científicamente hablando no tiene ninguna validez, pero se ha convertido en un símbolo.
La tristeza no solo es una emoción válida, sino que es necesaria
Lo curioso es que, cada vez que vemos el "Blue Monday" mencionado, es para darnos trucos - la mayoría de ellos basados en el consumo - de manera que consigamos evitar la tristeza. La duda es, ¿por qué tenemos que evitarla?
Por ello, y dado que este día ya se ha vuelto el día de la tristeza, ¿por qué no usarlo para revindicar el valor de estar tristes? No solo porque es una emoción humana, perfectamente válida, sino por el papel que tiene en nuestra vida.
Todas nuestras emociones tienen un papel y todas ellas son válidas e importantes. Esto incluye a la tristeza, así como a otras emociones negativas. El reto está en aprender a dar una respuesta adaptativa y proporcionada a estas emociones e intentar dejar de negarlas o evitarlas.
Cuando nos ocurre algo triste o pasamos por un mal momento es normal que estemos tristes. Es más, nuestros cambios hormonales pueden provocar que sintamos algo de tristeza en ocasiones puntuales. No pasa nada. Se trata de una emoción que tiene un propósito: activar el proceso psicológico para superar pérdidas, desilusiones u otras situaciones que nos han dañado.
Evitar esta emoción o negarla puede hacer que este proceso no se haga de manera saludable o, simplemente, que se alargue más de lo necesario. No pasa nada por estar triste, es una emoción natural y solo al pasarla y vivirla nos permitirá seguir adelante.
Esto no quiere decir que tengamos que quedarnos estancados en esa emoción, porque eso será, probablemente, una forma poco adaptativa de vivir la tristeza. Pero no pasa nada por llorar, por sentirnos tristes y aceptarlo, por dejar que pasen las emociones por nuestro cuerpo.
La mayoría de nosotros hemos buscado o aprendido formas adaptativas de vivir la felicidad, como sonreír, reírnos, dar saltos o emocionarnos. Si no hubiéramos aprendido, habría otras formas de vivir la felicidad y la euforia que podrían ser peligrosas o poco saludables. Este es el mismo trabajo que tenemos que hacer con la tristeza. Se trata de una emoción con peor popularidad que la felicidad y, por ello, no nos enseñan a tratar con ella.
Aceptar la tristeza como una emoción igual de válida y necesaria que la felicidad es el primer paso para poder aprender nosotros, y enseñarles a las siguientes generaciones, formas saludables de lidiar con la tristeza que sentimos. Y negarla no es una de ellas. Por eso, ya que no estamos en el día más triste del año, qué mejor oportunidad para revindicar de una vez y por todas la importancia de aceptar la tristeza para estar más sanos.
Imágenes | Siempre el mismo día, The Holiday, Revolutinary Road
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 0 Comentario