Parece mentira que ya estemos a las puertas del final del verano si parece que fue ayer cuando le estábamos dando la bienvenida. A punto de decirle adiós a la playa, al despiporre, a no pensar en los madrugones y a la siesta. Pero ¿no exageramos un poquitín y dramatizamos demasiado la vuelta al cole? En el fondo ¿trabajar no es tan malo como nos cuentan? ¿Existe algún truco para ser feliz tras volver de las vacaciones?
A veces creo que las vacaciones tienen muy buena prensa y que en el fondo no son ese paraíso con el que soñamos el resto del año. Y que al trabajo le pasa todo lo contrario: se le ve como una condena o un castigo terribles.
Pero como todo en esta vida, nada es tan extremo, trabajo y vacaciones vienen siempre de la mano y se necesitan el uno al otro. De todas formas, septiembre siempre huele a vuelta, a novedad y a nuevos propósitos. Y uno de ellos, ¿por qué no?, puede ser comenzar a trabajar con el mejor pie posible.
Para ello, contamos con la experiencia de David Russ, Coach, experto en comunicación, liderazgo, gestión emocional y coaching asistido con caballos y Socio Director del Centro de Alto Rendimiento Directivo y de H_ZLO (Generadores de Cambios Positivos), que nos va a ayudar con algunas claves para conseguir una rápida adaptación, facilitar ese cambio de rutina tan brusco y hacernos con las riendas de nuestro día a día. Además, las buenas noticias es que el síndrome postvacacional suele pasar en unos 10-15 días. Tras el rodaje de los primeros días, nos habituamos y vamos cogiendo ritmo y rutinas.
El primer paso: adaptarte a las nuevas condiciones
"Primero conviene entender qué nos pasa y por qué", nos comenta David Russ. "Al igual que ocurre en los primeros días de vacaciones, nuestro cerebro y nuestro cuerpo necesitan un tiempo de adaptación a las nuevas condiciones. Nuevos ritmos, nuevos horarios, menor actividad intelectual, etc…"
Según este experto en gestión emocional y coach durante las vacaciones, nuestro cerebro experimenta cambios químicos: "el hipotálamo detecta que nuestra actividad ha cambiado. Nuestro metabolismo es más lento y nuestro apetito aumenta. Aunque parezca irónico, en vacaciones tendemos a dormir menos porque creemos que durante el día tenemos más oportunidades de descansar. Al volver al trabajo el hipotálamo vuelve a darse cuenta de que algo ha vuelto a cambiar, así que emplea unos días en volver a adaptarse a la nueva situación. Es normal al incorporarnos al trabajo estemos más cansados. Esto suele durar unas 48 horas".
Valora lo que tienes
Quizá el primer paso fundamental es reflexionar sobre qué nos aporta el trabajo en nuestra vida. Y no, no sólo nos estamos refiriendo a una nómina a finales de mes. Estamos hablando de desarrollo personal, oportunidades para aprender y mejorar, libertad financiera, nos permite relacionarnos con otras personas y ayudar a otras, etc.
Planifica tu vuelta poco a poco
Igual que planificaste tu ida, haz lo mismo con la vuelta. Reincorporarse al trabajo también se beneficia de una planificación y de que le dediques unos minutos de tu tiempo para que sea lo más ordenado y sencillo posible. De esta manera te ahorrarás en caos, improvisación y ganas de dejarte llevar por la depresión.
"Es recomendable regresar un par de días antes para irnos adaptando", nos recomienda también David Russ. "Es como si antes de entrar en una piscina fría nos mojásemos antes la muñecas, la nuca y la tripita como hacían nuestra abuelas. Porque no nos engañemos… volver al trabajo solemos percibirlo como un jarro de agua helada. De esta forma tendremos tiempo de ordenar la casa, hacer coladas, ir a la compra sin que se junten estas tareas a las de nuestra incorporación al trabajo".
Así disminuimos el estado de ansiedad que puede generarnos tantas cosas que hacer. "Necesitamos retomar nuestro ritmo habitual poco a poco. Es como si, tras quinces días sin correr, pretendiésemos volver a hacer los mismos kilómetros en el mismo tiempo".
Coge el ritmo paulatinamente
Pero no hacernos una Lista de Propósitos de Año Nuevo en ningún caso. Un "voy a ponerme a regimen, voy a apuntarme al gimnasio y a mejorar mi portugués". Querer cambiar nuestra vida de un día para otro y hacerlo todo a la vez también es estresante.
¿Lo mejor? Hacer lo posible por no agobiarnos, como nos recomienda nuestro experto. "Necesitamos volver a coger ese ritmo que teníamos antes de las vacaciones. ¿Cómo podemos lograr esto? Priorizando. Sin tratar de hacerlo todo de golpe pero resolviendo lo más importante cuanto antes para que esa sensación de agobio disminuya", afirma David Russ.
Comparte con tus compañeros tus experiencias durante las vacaciones,
Para David Russ es importarte "reunirnos con nuestros compañeros para ponernos al día del estado de los trabajos en curso y tener una visión más global de lo que nos espera. Esto nos ayudará a compartimentar las tareas, no verlas como un descomunal marrón que me acaba de caer de repente y reducir la ansiedad de no saber lo que te espera."
Busca la parte positiva
"La percepción que tenemos de la vuelta al trabajo suele ser muy negativa", nos recuerda nuestro experto. Pero la interpretación de la realidad depende de nosotros. Podemos verlo como un castigo o podemos tomar conciencia de que, gracias a ese trabajo, "hemos podido disfrutar de ese viaje, esas playas, esos daiquiris al atardecer y esas cenas a la luz de la luna mientras los niños juegan a cierta distancia y sin incordiarnos. Otra cosa que puede ayudarnos es platearnos nuevos retos para el nuevo curso".
Encontrar una motivación adicional en algún objetivo. Conviene escribir esa nueva meta profesional y/o personal y establecer un plan de acción para alcanzarla. Es como cuando volvíamos al colegio de pequeños y nos decíamos: “este curso sí que sí, voy a empezarlo con los apuntes limpios, atendiendo en clase y no dejando los codos para el último momento. Aunque luego durase lo que durara.
Asimila que se han acabado las vacaciones
Comprometernos con establecer y seguir nuevas rutinas saludables que fomenten nuestro equilibrio físico y psíquico ayuda. "Podemos ver la vuelta al trabajo y nuestro día a día como una oportunidad", nos pone como ejemplo David Russ. "Un nuevo papel en blanco en el que podemos escribir lo que queramos. De hecho Septiembre suele ser el mes en el que surgen más iniciativas y proyectos de negocio en las empresas".
Prolonga el estado de ánimo del verano durante el resto del año
"Mira el regreso como una nueva oportunidad para hacer las cosas mejor y acercarte a tus sueños. Ve cumpliendo los objetivos que te has marcado y nunca, jamás, te olvides de sonreír", es el último consejo de nuestro experto consultado.
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