Sí, somos muy afortunadas, el mundo ha cambiado y las mujeres de hoy en día ya no tenemos que aguantar los comentarios y comportamientos machistas que se comían nuestras madres y abuelas. Pero en pleno siglo XXI todavía es normal escuchar algunas frases, que por muy poco feministas que nos consideremos, nos llevan los demonios.
1.- Eres muy (pon aquí el adjetivo de tu elección) para ser mujer.
Hasta hace bien poco parece ser que había una serie de adjetivos que eran patrimonio exclusivo de los hombres. Pero la verdad es que, aunque a lo largo de la Historia nos han mantenido en un rincón bien apartado, las mujeres también podemos ser lo que sea: apañadas, frikis, inteligentes, resueltas, arrojadas, valientes… o cualquier cosa que se nos dé bien. Así que, en realidad, esto no es un piropo, amigos.
2.- ¿Cuándo vas a tener hijos?
Todavía hay mucha gente que piensa que una mujer no es nada si no cumple con su papel de madre en esta vida. Un hombre puede sentirse realizado sin tener descendencia, pero en nuestro caso hay todavía una gran presión por parte de la sociedad para que cumplamos con “nuestro deber”. Qué jartura.
3.- Mujer tenías que ser.
Pertenecer al género femenino parece ser la causa de un montón de fatalidades. Entre ellas, ser nula para conducir o aparcar, ser una histérica o tomarse demasiado en serio todo, tener una sensibilidad por encima de lo que se considera apropiado, hablar por los codos, etc. Me pregunto, modo Ironía ON, si todas estas cosas no son características propias de un individuo, independientemente del género al que pertenezca.
4.- Mira que os gusta que os den caña.
A lo mejor sí. A lo mejor, no. Depende de la persona y de sus gustos. No de que pertenezca al género femenino, señores. Si os referís a que nos traten como a un felpudo vais en mala dirección.
5.- Se te va a pasar el arroz.
Y tú lo llevas crudo con esa frase tan manida y tan viejuna. Y esta vez no sólo nos referimos al tema de la reproducción, esta frase se puede utilizar contra una mujer para cualquier cosa: desde buscar pareja a cambiar de profesión pasando por comprarse una casa. Cualquier momento es bueno para que a una mujer se le pase el arroz, especialmente a partir de la treintena. Tic-tac. Tic-tac. Vas tarde, nena.
6.- Estás en esos días, ¿no?
Las hormonas son las culpables de todo lo que hagas o digas, que lo sepas. Te poseen. Eres como la niña de El Exorcista, lo que puede ser muy malo porque, aunque seas adulta parece ser que no eres responsable de nada de lo que hagas. Incluso estar con el Síndrome Premenstrual puede ser un atenuante si te juzgan por algo. Los hombres, en cambio, no tienen esa suerte. Son los auténticos responsables de todo lo que se le ocurra hacer o decir.
7.- Algo habrá hecho para llegar tan arriba.
A priori, yo diría que probablemente lo mismo que cualquiera de las personas que la rodean. Es decir, trabajar mucho, esforzarse, saber moverse, tener una gran capacidad, ser inteligente, estudiar… o tener suerte, ¿por qué no? Pero es más frecuente de lo que creemos encontrarnos con muchas personas que piensan que una mujer no puede ascender en un trabajo o destacar por razones únicamente de valía personal o profesional. El "piensa mal y acertarás" de toda la vida parece que nos afecta más a nosotras.
Fotos: Frederikrynde Kevin N. Murphy
En Trendencias| Los siete niveles del feminismo
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 21 Comentarios