No sabemos hasta donde llegará pero de momento está arriba, muy arriba. Quizás allí le espera su creador, su inspiración y alguien que se fue antes de tiempo, pero la campaña Primavera-Verano 2012 de Alexander McQueen, o sus continuadores, vuela alto, muy alto.
Tan alto que nos parece tener delante una divinidad, mezcla de juana de arco y espíritu eclesial, que goza de una aura especial y vuela por encima de los demás. Preciosos los colores, la fotografía de David Sims y la idea, 100% McQueen.
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