Las portadas de las revistas de moda de cuando en cuando nos sorprenden con una sesión que bien podríamos llamar “pregnant and naked”. Los ejemplos ya se pueden contar por decenas y comenzarían con una reluciente Demi Moore en Vanity Fair que pocos hemos olvidado. La última en mostrar barriguita y un poco de desvergüenza ha sido Jessica Simpson en la revista Elle de marzo.
Y yo me encuentro en una disyuntiva ante la que me gustaría que me diérais vuestra opinión ¿le dáis un sí o un no a este tipo de portadas?
Pues yo diría, depende, de según que portada, de eso depende (¿os ha venido a la mente la canción como a mí?)…
Tenemos primero a Britney Spears en Harpers Bazaar. Muy estilosa y elegante, pero ella nada favorecida por el maquillaje, el peinado ¡parece que lleva peluca! y el color de pelo. Un sobresaliente para el estilismo, la elegancia y el color del fondo, suspenso a su peluquero.
Seguimos con Christina Aguilera para Marie Claire y mi rotundo noooo. Suspenso por el maquillaje me he puesto colorá en la playa y el espantoso estilismo angel del infierno ha decidido ser mamá. Le falta gusto, acierto, sintonía de unas cosas con otras y ella está espantosa.
Seguimos con Claudia Schiffer para Vogue. No hay peros, perfecta ella y perfecta la portada. Mi rotundo Túuuu síiii queee valeeeeeees (Claudia y Vogue).
Continuamos con la bella Mónica Bellucci y su portada para Vanity Fair. Bella a rabiar pero con dos apuntes: no entiendo la caída de esa bata en su pierna y el negro no es el mejor color para vestir un momento así.
Maria Carey con la peor postura en la que se puede fotografiar un embarazo. No resalta las curvas y aplana la figura. No y no.
Eva Herzigova de lo más sensual para Vanity Fair y la portada que más me ha costado evaluar. ¿Demasiado sexy quizás?
Y como los últimos serán los primeros, la primera, la más atrevida, la más osada y más bella, a quien todos han copiado y cuya postura de manos ha ahorrado muchos quebraderos de cabeza a los fotógrafos que la imitaran años después Demi Moore.
Un rotundo, innegable, merecido y envidioso sí.
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