Cumplir aniversarios en una relación romántica estable y duradera es sinónimo, en muchas ocasiones, de un descenso significativo en la frecuencia en la que se mantienen relaciones sexuales.
El deseo sexual fluctúa a lo largo de la vida. Además, la rutina, el estrés cotidiano o el cansancio después de una larga jornada son aspectos que influyen negativamente en la pasión. Algo que se hace especialmente notable y difícil de esconder cuando compartes hogar y cama con una pareja.
Hacer coincidir el punto del espectro del deseo sexual en el que se encuentran dos personas que se ven todos los días es complicado. Cualquiera que se haya visto en la situación lo sabe. Ser rechazado genera situaciones incómodas, malestar y culpa cuando se produce repetidamente. Esto puede provocar desencuentros y acabar influyendo en el deterioro de una relación sentimental.
Aplicar el sistema de "matches" de Tinder a esta situación es lo que propone LoveSync como remedio para suavizar los roces y reducir los sentimientos negativos que puede provocar la desincronización sexual.
Se trata de un dispositivo que se compone de dos botones independientes: uno para ti y otro para tu pareja. La idea es que, cuando uno se sienta de humor para tener relaciones, lo pulse. El aparato solo se iluminará en el caso de que los dos lo hayáis presionado, indicando de este modo que hay consenso para pasar a la acción.
El lapso de tiempo en el que tiene validez el "sí" una vez enviado es regulable y a gusto de cada usuario. No se trata de una solución ideal en términos de comunicación fluida entre parejas pero puede ayudar a acercar posturas en caso de crisis.
Sus creadores afirman que han observado que, incluso las parejas que hablan abiertamente sobre sus relaciones sexuales, no siempre se atreven a dar el primer paso cuando sienten el impulso.
LoveSync, sobre todo, se describe efectivo a la hora de intervenir en esos momentos en los que sus usuarios no están cerrados del todo a un encuentro pero les da pereza o reparo iniciarlo. También para esas ocasiones en las que, de primeras, no es lo que más les apetece del mundo en ese momento pero sienten que podrían dejarse llevar con el debido estímulo.
Su invento no intenta sustituir los preliminares sino reducir el número de intentos que acaban en rechazo. Además, respaldándose en la teoría del psicoterapeuta Jenn Mann de que el sexo genera más sexo, queriendo tener más aún cuanto más se tiene, están seguros de poder ayudar a incrementar la frecuencia de cara al futuro.
A juzgar por el éxito obtenido en su financiación en Kickstarter, donde en dos días ha conseguido reunir el 93% del presupuesto necesario para su producción, es el gadget que muchos estaban esperando.
Los primeros aparatos se entregarán a sus compradores a partir de agosto de este mismo año y tienen un precio de 44 dólares.
Fotos | LoveSync.
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