El Punk llega al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (el conocido como MET) en forma de exposición convirtiendo lo que fue un estallido de ruptura en un nuevo bocado de la cultura de las exposiciones y de preservar todo independientemente de su discurso y origen. El Punk nació muerto puestos a ver su objetivo inicial, contrario al formol de los museos. En cambio, ahora verá cómo es el centro de las miradas de la moda en la alfombra roja esperada de la gala del MET 2013.
SEX, McLaren meets Vivienne Westwood
El Punk nació como moda hace 39 años antes de que comenzasen a salir los primeros grupos que decían romper con todo pero irónicamente seguían cumpliendo con un uniforme generalizado entre ellos. Ese uniforme de cuero, aíre bondage y pose de niño malo se comercializó en la boutique SEX.
De 1974 a 1976 Malcom McLaren y Vivienne Westwood estuvieron al frente del negocio de SEX, una boutique situada en la calle King's Road de Londres; antes conocida como 'Let It Rock' desde 1971. La pareja estaba formada por un empresario pop a lo Andy Warhol, apropiándose de ideas ajenas y vendiéndolas como nuevas y propias, y una futura diseñadora inglesa que buscaba romper con el estereotipo de lo bello e irse al mundo fetiche.
SEX se convierte en la tienda emblemática que vestirá al movimiento, con McLaren con una visión empresarial clara.
Anarchy in the Sex Pistols
Malcom McLaren tenía unos pupilos al igual que Warhol tenía a su Velvet Underground solo que con un océano de por medio, pero ahí estaba el inicio del primer Punk real. The Sex Pistols era su nombre con un joven John Lydon al frente de uno de los grupos más mitificados de la historia. La historia de The Clash la dejamos para otro momento.
Al igual que pasó con SEX, los Sex Pistols se convirtieron en la imagen del movimiento. Con solo tres años de vida, de 1975 a 1978, cambiaron la música y la cultura británica con sus declaraciones estudiadas, su irreverencia, usando los medios para crecer mediante la burla al poder establecido y la sociedad más monjil que tenía en los Sex Pistols otro producto cíclico como décadas atrás lo fuesen James Brown o Ray Charles sin necesidad de insultar. Ahí también estaba el otro Punk.
Una (des)cuidada imagen, un Lydon convertido en el Johnny Rotten polémico y un descerebrado Sid Vicious (John Simon Ritchie) convertido en bajista igual de efímero que la vida del grupo. La autodestrucción de Vicious tiene en Nancy Spungen la otra cara del Punk.
Y SEX como el punto común, claro. Allí se dan cita muchos de los responsables de la posterior movida musical.
CBGB, el Punk de los Estados Unidos
Por mucho que nos busquen vender que el Punk surgió en Inglaterra los Estados Unidos son los que tienen la primera dinamita, pero no al cerebro de marketing llamado McLaren que con un viaje a Nueva York se queda prendado de la pose e imagen de los New York Dolls, uno de los inicios más claros de este Punk. McLaren lo tenía claro: tenía que volver a su tierra y exportar la imagen de los New York Dolls en un grupo con el que forrarse.
En 1975 McLaren logra ejercer de manager de los New York Dolls a quienes Westwood les diseña un vestuario de cuero, llegan tarde al grupo, pero llegan.
Al margen de los NYD (y mil más, que la historia no es tan simple) está el CBGB, otro club mitificado sobremanera. El CBGB fue el SEX de las Islas británicas solo que en vez de tienda era una sala que en su día programaba Country y Bluegrass.
Por el escenario de aquella sala pasaron nombres claves del Punk como Suicide, The Ramones, Television, Patti Smith, Talking Heads, Richard Hell and the Voidoids… Un club en el que toda la minúscula escena compartía relaciones de amistad, grupos y más.
El mejor Punk estaba antes aquí y no en Gran Bretaña (con la excepción de The Clash, claro).
Deborah Harry, el icono Pop
Deborah Harry fue LA mujer del Punk por mucho que Patti Smith también estuviese por allí. Patti Smith va más allá del Punk, de ahí que me quede con Deborah Harry por el cambio que supuso, en especial en imagen hacia la moda.
La joven rubia fue el primer icono sexual masivo del Punk y de parte de la New Wave en la que acabó derivando con su grupo Blondie. En una escena dominada por los hombres Debbie Harry se hacía valer con su particular voz, su talento, carisma e imagen.
Ella consiguió convertir el Punk, un sonido más sucio y desagradable (para algunos) en cuanto violento, en un Pop bailable de forma masiva. Ella es igual de importante en esa ruptura como tantos otros. Por no mencionar su estilo que sirvió de influencia a tantos diseñadores.
Television y Talking Heads, el verdadero Punk de estilo
Pero Deborah Harry no podría haber hecho eso con Blondie si antes no hubiesen existido Television o Talking Heads. Ellos sí eran el verdadero Punk sin necesidad de ir uniformados por un empresario visionario y una novia amante del cuero fetiche.
El anti estilo de Television y de los Talking Heads, que rompieron con los brillos del Glam Rock subiendo al escenario vestidos de la forma más normal posible, de calle, parece olvidarse cuando se habla del "estilo punk" como moda. El suyo era el verdadero punk de moda en la ropa, el otro era una nueva venta estereotipada que por ser más visual y atractiva acabó ganándose las miradas de todos, desplazando la imagen sencilla de Tom Verlaine o de David Byrne al olvido del MET y de cualquier diseñador. Esa imagen sencilla no vende.
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