Cómo aplicar la “regla del 40%” teletrabajando que usan las personas con más fuerza mental del mundo y aumentar nuestra productividad

En 2021 Amazon Prime Video estrenó una serie documental llamada ‘G.E.O.: Más Allá del Límite’ que exponía el brutal entrenamiento al que eran sometidos los policías que aspiraban a formar parte del equipo de élite más preparado de España. El inspector Pelayo se hacía famoso y sus métodos, para unos rozando la deshumanización y para otros haciendo héroes, se exponían como nunca antes.

En Estados Unidos existe un cuerpo de élite muy similar, los Navy SEAL. Los equipos SEAL se han enfrentado a críticas durante décadas porque su entrenamiento demasiado brutal se acompaña en demasiadas ocasiones de un riesgo físico extremo que, desde 1953, ha costado la vida a, al menos, 11 hombres tal y como informaba el NY Times.

En ambos casos los aspirantes que lo consiguen muestran una fuerza mental única. Tanto que les lleva a poner en riesgo su propia vida. No vamos a decirte que imites esa determinación que roza casi la locura, pero sí hay algo que podemos aprender de ellos y que se llama la “regla del 40%”.

En qué consiste la “regla del 40%”

Jesse Itzler es empresario. Cofundador de Marquis Jet, socio de Zico Coconut Water, fundador de The 100 Mile Group y uno de los propietarios de los Atlanta Hawks de la NBA. Parece un triunfador si hacemos caso a los estándares más clásicos del éxito. Hace unos años escribió un libro, ‘Living with a SEAL’, en el que contaba cómo pasó un mes con Davis Goggins, un SEAL consumado de la Armada estadounidense.

En el libro, Itzler contaba cómo Goggins le presentó la “regla del 40%”, una teoría usada por los SEAL que asegura que cuando sientes que lo has dado todo, únicamente has invertido el 40% de tu energía y aún tienes un 60% restante. Cuando crees que no puedes más, aún queda mucho de ti por dar.

Suena a mantra de clase de crossfit, pero esa teoría es algo que podemos ver por ejemplo durante una maratón al superar “el muro”. El muro es uno de los momentos en la carrera en el que el cuerpo parece decir basta, no solo por el cansancio físico, sino porque el propio organismo cambia el sistema que utiliza para obtener energía. Como nos explican los expertos de Vitónica, pasamos de uno muy eficiente (las reservas de glucógeno) a otro mucho menos eficaz (las reservas de grasa de nuestro cuerpo), lo que propicia la aparición repentina de fatiga.

Parte del secreto de que no decaigan está en una fortaleza mental que los impulsa a seguir, omitiendo los pensamientos intrusivos que nos dicen que paremos y nos rindamos. Según  la “regla del 40%”, todos somos capaces de soportar más de lo que pensamos y de llegar más lejos solo teniendo en cuenta que nuestro potencial es mayor a lo que nuestra mente nos dice.

Cómo aplicar la “regla del 40%” a nuestro trabajo

Pedro Eloy Rodríguez, conferencista TEDx, afirma que para ser más productivos lo importante es saber para qué estamos trabajando, cuál es el objetivo y qué nos motiva a conseguirlo. La “regla del 40%” es una forma sencilla de conectarnos con esa motivación en los momentos más complicados o cuando pensemos que ya no podemos más. La regla nos permite cambiar el paradigma y superar algunas de nuestras limitaciones.

Esa “regla del 40%” nos permite replantear nuestros propios límites, que quizá están supeditados por experiencias del pasado. Cuando pienses que no puedes más, plantéate algo ¿son estos mis verdaderos límites o han cambiado? En mi caso, el teletrabajo me pone aún más trabas mentales, me incita mucho más a la procrastinación y en muchos momentos tengo la sensación de querer tirar la toalla. Pensar en la “regla del 40%” me hace dar un pasito más hacia mis objetivos.

También nos permite desafiarnos constantemente y por lo tanto, desarrollarnos, así que aunque no queramos llegar a los límites del SEAL, como truco para no perder el ritmo es bastante práctico. Insisto, no se trata de trabajar hasta la extenuación, sino usar ese pensamiento de que aún nos queda más por dar (el 60%) como un apoyo para seguir esforzándonos y seguir adelante.

Después de vivir como un SEAL, Jesse Itzler ha vivido como un monje tal y como explica en su libro ‘Living with the Monks‘. Ahora la pregunta es si también podremos aprender algo de ellos para usarlo en nuestro día a día.

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