No hay nada mejor que animarse al DIY para darle un toque original a nuestra casa, sobre todo si quieres que tu espacio sea mucho más personal, original y divertido. Y como estamos en la era digital, no hay nada mejor que un buen vídeo para enseñarte en menos de un minuto cómo hacerte una lámpara DIY que ponga ese punto diferente a cualquier habitación en que la coloques. Es tan fácil que no volverás a comprarte una pudiendo hacerla tú a tu gusto.
1. Necesitamos un enchufe y un casquillo
¿Simple, verdad? Para hacer nuestra lámpara DIY necesitamos algo fundamental, que es la parte eléctrica, enchufe y casquillo, y que puedes comprar en cualquier ferretería o en la típica gran superficie de bricolaje. Y de paso, te recomiendo que si no tienes bombillas a mano, aproveches el viaje. Eso sí, que coincida la boquilla con la del casquillo, para evitar que tengas que hacer otra excursión.
2. Ponemos silicona en el pico...
Vamos a coger nuestra botella vacía de Beefeater, que va a ser el soporte de la lámpara, y le vamos a poner una buena cantidad de silicona en la boquilla, de forma que encajemos el casquillo y quede bien seguro. Cuidado con la silicona, que es bastante pegajosa. Y echa la cantidad justa para evitar que la cosa se nos vaya de las manos.
... y ajustamos
Deja que seque bien la silicona antes de manipularlo para evitar que tengamos que repetir la operación.
3. Probamos que funcione
Si ya has llegado hasta aquí, no te queda nada. Simplemente conecta el enchufe a la corriente y prueba que el casquillo da electricidad a la bombilla y ésta se enciende. ¡Estás a punto de conseguirlo!
4. Colocamos la pantalla
Da rienda suelta a tu imaginación. Elige una pantalla cuyo color vaya bien con tu entorno. A nosotros nos encanta el rojo, es divertido y anima cualquier espacio en el que lo uses.
5. Disfrútalo con un Gin Tonic
No ha sido difícil, ¿verdad? Y lo mejor es que después de un trabajo bien hecho, hay que tener una buena recompensa. Y qué mejor que recompensa que tomarse un gin tonic de Beefeater fresquito mientras leemos un libro al lado de nuestra nueva lámpara. Pocas cosas son tan sencillas y placenteras.
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