Se llama Camden, no Candem, como oirás decir a la españolada. Y aunque quizás hayas pasado por allí un sábado o domingo por la mañana y hayas llegado a la conclusión de que aquello es peor que la autopista del inicio de la segunda temporada de The Walking Dead, te diré una cosa: Camden tiene muchísimo más que el Camden Lock y las atestadas vistas a pie del turbio Regents Canal.
Te invito a descubrirlo entre semana y por las noches: cuando Camden deja de ser un reclamo para turistas y saca su verdadera esencia. ¿Me acompañas?
Tranquilo, conozco el motivo de tu animadversión hacia Camden: nada más salir del metro aquello parece un parque tematico: mucho graffiti, dragones saliendo de las paredes y tiendas de souvenirs que no parecen tanto de souvenirs porque te venden camisetas con la cara de Walter White o Amy Winehouse. Es la calle de las fotos. La que aparece en esos álbumes de Facebook titulados "Summer 2012: London!" que tanto te deprimen. Necesitas un café.
Café y rock & roll
Y para demostrarte que Camden no es sólo el Camden de los puestos grasientos de comida china, te lo vas a tomar en Tower 47 (en el número 47 de Chalk Farm Road): un templo donde el café se convierte en arte, en alquimia. Cafés al estilo fiebre neoyorkina donde podrás tomar desde nesspreso hasta café filtrado con sifón o aeropress.
Te gustará el lugar: ya que tiene galería de arte y es a la vez tienda de música. Porque Camden es uno de los epicentros de la música londinense y desde que Jimmy Hendrix se metiera ácido en directo y rompiera su guitarra no ha perdido ni pizca de su esencia.
Que no te extrañe encontrar allí un improvisado concierto. Disfrútalo a sorbitos, como tu café.
Alta Fidelidad
Camden es mucho más que música, también es un barrio que ha inspirado a artistas de otro tipo: uno de ellos es el escrito Nick Hornby, que en su novela Alta Fidelidad narraba la vida de un tipo que regentaba una tienda de discos. Imaginando su Camden, seguro que no pasaba por el Camden Lock, el nuestro tampoco.
De modo que hay dos lugares clave para disfrutar de la verdadera esencia de Camden, esa de la que hablaba Hornby: el primero te sonará, se llama Roundhouse, está en Chalk Farm Road y tiene más historia que la corona británica. Primero fue una estación de tren, cuando la abandonaron, se convirtió en almacén de licores y finalmente, en los gloriosos 60 se transformó en una sala de conciertos por la que pasaron (poca broma) desde Jimmy Hendrix, The Doors o Sex Pistols.
Y por si parecía poca la transformación hoy en día, además de conciertos, tiene un restaurante con estrellas Michelín, teatro, cursos y exposiciones. ¡Tachán! La joya de Camden, a la que puedes ir a cualquier hora.
El segundo lugar es, según los expertos -y por expertos me refiero a gente de Londres- la mejor discoteca de la ciudad: Proud, que se encuentra en los viejos establos del Camden Lock: música en directo por las tardes y discoteca por las noches. En su terraza (¡con jacuzzi!) podrás disfrutar de un estupendo Beefeater tónica.
Más música, maestro
¿Todavía tienes ganas de más? No te preocupes, una de las mejores cosas de Camden es que en cualquier bar puedes encontrarte un concierto, pero por supuesto, los hay mejores y peores, así que aquí te dejo una sugerencia de locales basada en dos criterios: el primero, buena música y conciertos prácticamente cualquier viernes noche y el segundo, que sirvan buenos Beefeater tónica, que a fin de cuentas, lo uno sin lo otro no tiene ningún sentido.
En el número 3 de Greenplace (a unos pasos del metro Camden Town) encontramos uno de los lugares más emblemáticos de Camden, de estos que salen muy bien posicionados en TimeOut, que a fin de cuentas es una Biblia urbana: The Black Heart, un spot con música en directo, DJs en hora punta, buen ambiente y camareros que saben cómo preparar un Beefeater tónica.
En apariencia más modesto, pero con una historia impresionante, The Dublin Castle ha acogido a bandas como Blur, Coldplay, Supergrass, The Killers o The Arctic Monkeys. Es imposible ir a Dublin Castle, en el número 94 de Parkway y no querer volver.
Y por último, otro clásico entre los clásicos y para aquellos que prefieran sibaritismo a rock o que se hayan cansado ya de las bandas en directo y quieran algo más relajado (como folk, por ejemplo), tenemos el elegante Lock Tavern, atestado de gente a partir de las 7 de la tarde, este lugar es para los amantes del buen beber: una carta de cócteles donde encontrarás mucho más que gin tonics en un ambiente relajado, un tanto posh pero suficientemente trash, no olvides que estás en Camden y eso es lo que mola.
¿Por dónde te apetece empezar?
