Todos los concierto tienen algo especial. La compañía, la música, tu gin tonic con Beefeater. Son experiencias únicas que hay que disfrutar y repetir en cuanto se tiene oportunidad. El contexto es muy importante, más aún si puedes tener la oportunidad de ir a la sala de conciertos más antigua del mundo. Ante todos ustedes el Wilton's Music Hall.
175 años de música
¿Cuántos años crees que puede tener el Wilton's Music Hall? Mientras que las salas míticas de algunas ciudades echan el cierre y surgen otras nuevas esta sala al lado de la estación de metro Tower Hill se convierte en la más anciana, disfrutando de la música desde hace 175 años. En 1839 surge la sala de conciertos dentro del pub y cuatro años más tarde tuvo licencia como salón bajo el nombre de The Albion Saloon donde se representaban distintas obras.
La sala se remonta a 1743 o antes, cuando por entonces era una cervecería. Entre su clientela se encontraban marineros y ricos mercantes que dejaron paso al teatro de variedades que hoy vemos remodelado y modernizado.
Del teatro de variedades a la sala metodista
Las paredes del Wilton's Music Hall han visto pasar infinidad de personajes particulares. Después de las historias de marineros y comerciantes llegó la época de esplendor con el teatro de variedades en manos de John Wilton. Él compra el negocio en 1850 y en 1859 abre el Magnificent New Music Hall. Un nuevo espacio reformado con todo tipo de detalles, ventanas, pinturas y luces de la época. Los madrigales y pequeñas partes de óperas se subieron al escenario inglés.
A finales del sigle XIX la sala vuelve a cambiar de función y pasa a convertirse al metodismo. La East London Methodist Mission tomó posesión en 1988 con un nuevo nombre: The Mahogany Bar Mission. La imponente música de antaño se sustituyó por la ayuda a los menos favorecidos en una dura época para la sociedad donde el hambre afectaba a muchas familias.
Una demolición salvada, un futuro asegurado
El Wilton's Hall en los 60 tenía fecha de defunción. Más de dos siglos de historia podían venirse abajo debido a los planes de rehabilitación de la zona por parte de las autoridades después de la II Guerra Mundial. Por suerte, el apoyo social logró evitar su destrucción y convertirlo en un edificio protegido.
Los años no habían pasado en balde para la sala que veía cómo se iba destruyendo de forma lenta hasta que en 1997 volvió a abrir sus puertas convertida en un teatro al cual volvía la música en vivo. Como un ave fénix el Wilton's Music Hall volvió a renacer gracias al trabajo de Frances Mayhew. Los trabajos de remodelación de este edificio mítico se suceden en la actualidad para lograr rescatar aquel encanto del pasado, todo bajo luces rojas y unas paredes que han visto muchos tipos de Londres a lo largo de su historia.
Un concierto en el Wilton's Music Hall es más que un concierto, más aún si lo acompañamos con nuestro querido gin tonic con Beefeater. ¡Un brindis por el pasado!
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